El contratista seleccionado fue la empresa Corprefer S.A.S. que, de acuerdo con su sitio web, se dedica a “crear e integrar soluciones de formación, desempeño y selección, a través de las conexiones y alianzas con nuestros aliados nacionales y globales”. Una descripción similar se encuentra en su perfil de Linkedin, y según lo publicado en el Rues, su actividad principal es el desarrollo de portales web y no precisamente la capacitación o la formación en inglés como lengua extranjera.
El primer contrato entre Sapiencia y Corprefer inició el 23 de septiembre del 2022 y terminó el 31 de diciembre del mismo año e inicialmente tenía un valor de $2.000 millones. Sin embargo, a pesar de lo corto del convenio (100 días), este tuvo una adición de $1.000 millones, es decir, del 50%. De manera que el convenio terminó costando $30 millones diarios.
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El segundo contrato se firmó el 21 de febrero del 2023 y tenía como fecha de finalización el 30 de septiembre (222 días). El valor inicial de este era de $4.000 millones, pero también tuvo una adición del 50%, es decir que quedó en $6.000 para un total de $27 millones diarios.
Resulta llamativo que el valor relativo del primer contrato haya sido más alto que el segundo aun cuando el objeto del primero era capacitar a 6.000 estudiantes, mientras que el segundo tenía un alcance de 14.000.
En ambos contratos, Sapiencia exigía que los estudiantes debían tener accesos y licencias para tomar las clases en la plataforma VOXY, una compañía estadounidense creada en 2010 para formar en diferentes lenguas al personal de otras empresas.
Resulta que Sapiencia determinó que solo era viable que la formación de los estudiantes del distrito de Medellín se hiciera a través de esa plataforma VOXY y ese fue el argumento que utilizó para contratar de manera directa, pues la empresa Corprefer, a pesar de no estar dedicada a la educación, era la única en Colombia que tenía la licencia de VOXY. De manera que Sapiencia contrató a Corprefer para que esta usara los servicios de VOXY.
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Pero la pregunta que salta a la vista es por qué Sapiencia puso como condición que fuera VOXY la plataforma por la cual se debía capacitar a los estudiantes cuando los requisitos del contrato: que los cursos estuvieran alineados con el marco común europeo, que los docentes brindaran acompañamiento en las clases, que tuvieran disponibles las licencias necesarias, que se midieran las capacidades y habilidades de cada alumno, entre otras, no parecen exclusivas de un solo oferente.
Desde la Contraloría Distrital de Medellín informaron que además de que recibieron la queja por parte de la actual administración, el contrato del 2023 hace parte de la muestra de contratos que actualmente audita este organismos de control para el Plan de Vigilancia y Control Fiscal 2024.
Por su parte, Carlos Chaparro, anterior director de Sapiencia, asegura que responderá ante las autoridades por esta y por todas las solicitudes que sea requerido y que está tranquilo con su obrar al frente de la entidad pues, dice él, toda la contratación se hizo de acuerdo a las recomendaciones del equipo jurídico de Sapiencia y no se buscó favorecer a ninguna compañía en particular.