Frente a las preocupaciones que han manifestado algunos propietarios de los predios que deberán ser intervenidos para la construcción del Metro de la 80 tras el inicio de algunas demoliciones, desde la empresa dieron un parte de tranquilidad y aseguraron que hasta que no se terminen las negociaciones con cada propietario en los tiempos y términos que exige la ley, no se realizará ninguna intervención.
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Si bien algunos vecinos percibieron el inicio de las demoliciones como una estrategia de presión en el marco de las traumáticas negociaciones que llevan años de tire y afloje, el gerente del Metro, Tomás Elejalde, insiste en que “no hay nada más lejano al Metro en la ejecución de un proyecto que entrar contra la comunidad. Eso no lo haríamos nunca. Por el contrario, somos conscientes de que llegamos a ejecutar un proyecto y nos quedamos para toda la vida”.
Elejalde aclaró que las demoliciones que comenzaron en las últimas semanas corresponden a predios industriales y comerciales, como parqueaderos y talleres, donde la negociación con los propietarios ya había llegado a buen puerto. Agregó además que estas eran necesarias para la construcción de los patiotalleres.
Respecto al avance de la gestión predial, el gerente reconoce que han tenido dificultades con los moradores que han afectado el cronograma de estas actividades, sin embargo, aclara que esto no significa que no se pueda seguir avanzando en la obra, pues el 85% de los predios necesarios para la construcción del Metro de la 80 ya están disponibles, bien sea porque son espacio público o propiedad del distrito de Medellín.
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“Vamos a seguir haciendo reubicación de redes de servicios públicos y haciendo las intervenciones. De los predios que hay que comprar, muchos son antejardines, ahí no hemos tenido inconvenientes. De último quedan los predios residenciales para cuando se terminen las negociaciones con los propietarios”, explicó Elejalde.
Según cifras de la empresa, de un universo de 1.243 inmuebles (50% objeto de compras totales y 50% de compras parciales), en 942, el 75%, ya se había producido una oferta, de las cuales 688, el 55%, habían sido aceptadas con corte a la semana pasada.
De acuerdo con el plan de desarrollo de la actual administración de Medellín, al término del 2027, las obras del Metro de la 80 deberán estar en un 50% de ejecución, una cifra que muchos han calificado como conservadora.
Sobre el proceso de expropiación que se ha surtido en cuatro de los inmuebles que serán intervenidos, Elejalde aclaró que no se trató de un proceso en el que el Estado tomó las propiedades tras no llegar a un acuerdo, sino que fueron los mismos propietarios quienes solicitaron el proceso de expropiación judicial, pues se trataba de bienes que estaban en procesos de sucesión complicados y demorados, por lo que fueron los mismos herederos quienes decidieron que fuera esta la manera de aclarar la propiedad del bien.
Finalmente, sobre el gen del conflicto que hay entre la empresa y algunos propietarios, que es el precio de los inmuebles, el gerente del Metro dijo que era “un mito” que no se hubieran actualizado los predios de las propiedades desde el 2016, y explicó que en el proyecto se llevó a cabo un mecanismo de anuncio de proyecto que fija una base para el costo de la tierra para así evitar especulaciones de privados. Sin embargo, los precios de las edificaciones sí se actualizan de acuerdo con el año en el que se realizará la compra.
A pesar de que así está normado el proceso por la ley, los precios que ofrece la empresa parecen no cumplir las expectativas de buena parte de los propietarios que insisten en que, debido a la subida de los precios de la vivienda en la ciudad, especialmente en los últimos años, con lo que les ofrecen no les alcanza para comprar algo igual.
No obstante, Elejalde asegura que esa diferencia se puede compensar a través de la política pública de protección a moradores que tiene la ciudad y que define los parámetros para hacer compensaciones adicionales cuando se tienen bienes que deben comprarse para construir obras públicas de este estilo. “Lo que se pretende es que las personas queden igual a como estaban en el lugar donde estaban”, concluyó el gerente del Metro.