Insostenible, así califican varios instructores de iniciación y formación del Inder —encargados de formar deportivamente a los niños y jóvenes de esta entidad en Medellín—, su situación laboral.
Los “profes” denuncian que en la actual administración la constante es que les hagan contratos laborales que en el mejor de los casos dura cuatro meses. Sin embargo, a algunos les han hecho contratos por hasta 20 días pese al abultado presupuesto del Inder.
La “intermitencia” en la contratación de algunos de los casi 1.000 formadores viene desde 2022. La más reciente denuncia tiene que ver con que desde el pasado 3 de noviembre, muchos “profes” no han firmado contrato, hecho que los deja sin plata en una temporada llena de gastos. Además, el proceso formativo de los niños está en riesgo teniendo en cuenta que en las vacaciones tienen más tiempo para dedicarse al deporte.
“Encima los contratos que nos hacen es por prestación de servicios. Ellos dicen que ganamos mucho como para que nos paguen cosas como salud y pensión. Esta administración de este 'muchacho' (Daniel Quintero) ha sido paupérrima”, comentó uno de los formadores.
Estos también se quejaron de como esta inestabilidad los afecta en otros temas a futuro. Algo tan simple como buscar un crédito bancario se vuelve una pesadilla por culpa de los “minicontratos”.
“Fui al banco a pedir un crédito para conseguir casa, cuando se dieron cuenta que mi contrato era de un mes, obviamente no me lo dieron. Es que no tenemos nada fijo”, apuntó otro.
Hay otra afectación que es la que tiene que ver con la seguridad social de los formadores, a raíz de que desde noviembre no hay contratos, muchos al día de hoy se hallan desprotegidos en salud. A eso hay que sumarle que ante los anuncios de la “inminencia” para volverlos a recontratar, a estos les toca buscar plata prestada para estar al día con la seguridad social, requisito indispensable para el reenganche.
“Para entrar al Inder hoy usted tiene que estar prestando como $1 millón para pagar lo del resto del mes. Y apenas se acaba el contrato, vuelva y empiece con lo mismo”, añadió un instructor con tres años de vinculado bajo esta modalidad.
Pero eso parece poco importarle a las directivas del Inder que tan solo en 2023 han renovado contratos seis veces, con todo lo que ello implica para los instructores y sus familias.
“Hace 15 días me hicieron volver a mandar papeles que porque ya ya ya nos iban a contratar y no llamaron a nadie, es triste porque juegan con uno, En mi caso dejé un trabajo que tenía estable porque había tenido la 'oportunidad' de entrar al Inder. Uno como profe se queda con la incertidumbre de esperar que renueven o empezar a buscar otro empleo porque el Inder no te confirma ni te niega la posibilidad de que te vayan a volver a llamar. Es algo muy aburridor”, relató otra instructora.
Aparte del drama que viven los formadores, esta situación podría tener en jaque el futuro deportivo de la ciudad, pues a raíz de la incertidumbre laboral, los procesos sufren inconstancias que le pasan factura a los jóvenes y niños que se forman deportivamente. El hecho explicaría el segundo lugar en los juegos departamentales que obtuvo Medellín en esta edición.
“Hay niños inscritos desde inicio de año, al haber contrato por un mes y una parada de dos o tres meses, se da retraso obviamente en los objetivos trazados para la edad y para el nivel de habilidad. Hay niños nuevos en la oferta que solamente participaron tres semanas. Muchas veces las familias se quedan a la expectativa de volver a ingresar y se pasan meses con la esperanza de iniciar actividades. El resultado final es que el niño no se matrícula en nada y 'pierde el año' en su formacion deportiva. Por eso decimos que el futuro deportivo de Medellín está 100% en riesgo”, apuntaron.
Para acabar de rematar, las pocas contrataciones que estarían haciéndose son de personas que o no tienen el perfil de formadores o se priorizan por ser allegadas a los altos cargos del Inder para así poder cumplir con el presupuesto de la entidad, dejando de lado las metas deportivas.