Con la votación más alta en la historia de Medellín, superando incluso los holgados números que había registrado en la primera vuelta presidencial del año pasado, Federico Gutiérrez logró reelegirse ayer como alcalde de Medellín para el periodo 2024 - 2027.
De acuerdo con el boletín 57 de la Registraduría, el candidato del Partido Creemos obtuvo por lo menos 689.519 votos, equivalentes al 73,36%; es decir, 63,22 puntos por encima de Juan Carlos Upegui, que quedó en segundo lugar con el 10,14% de los votos.
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En una victoria que no sólo consolidó a Gutiérrez cómo el líder con mayor peso electoral en Antioquia, la jornada dejó múltiples mensajes sobre el momento político por el que atraviesa la región y la relación que podría venirse entre las regiones y el Gobierno Nacional, que ahora tendrá que entenderse con varias voces críticas a su gestión en las principales ciudades del país.
Estas son algunas de las principales claves para comprender una jornada en la que no sólo se rompieron récords históricos, también tuvo sorpresas en otros ámbitos.
1. Una votación que rompe todos los registros
Si bien las encuestas auguraban una victoria holgada para Gutiérrez, las urnas mostraron una victoria todavía más abultada de lo esperado.
Si se comparan los resultados de la primera vuelta presidencial de 2022, en la que encarnando una coalición multipartidista Gutiérrez obtuvo 603.092 votos en Medellín, este domingo rompió ese registro con 86.427 votos más.
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En contraste con años anteriores, Gutiérrez no solo sacó más del doble de los votos que obtuvo el exalcalde Daniel Quintero en las pasadas elecciones (304.034), sino que prácticamente triplicó su propio registro de 2019, cuando llegó a su primer periodo con 246.221 apoyos.
La aplastante victoria también se correspondió con una votación que le dio un revolcón al Concejo de Medellín, en el que su Partido Creemos logró incluso superar los números de la bancada del Centro Democrático, hasta este cuatrienio la más grande.
2. A Upegui no le alcanzaron los números
Pese a tener gran parte del aparato oficial jugando a su favor, con una robusta maquinaria presupuestal y propagandística, a la ficha de la continuidad de la administración Quintero ni siquiera le alcanzaron los números para superar el umbral de los 100.000 votos.
Con un 100% de las mesas escrutadas, Upegui Vanegas sumó un total de 95.393 votos, que no alcanzaron a ser la mitad de los obtenidos por su antecesor Quintero en las elecciones de 2019.
Al final de la jornada, a la ficha del Partido Independientes no le funcionó ni siquiera la renuncia de su jefe político al cargo de alcalde, que desde el 1 de octubre se volcó a las calles buscando revertir los malos números de Upegui en las encuestas y difundió a través de redes sociales múltiples encuestas de orígenes poco claros en los que se veía a Upegui supuestamente recortarle distancia a Gutiérrez.
3. Votos de Upegui ni siquiera se equiparan a los computadores
Un dato que muestra que Upegui ni siquiera alcanzó a capitalizar algunos de los programas bandera del último gobierno es si se compara sus votos con promocionadas iniciativas como los Computadores Futuro.
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Con base en sus 95.393 votos, el exsecretario de la No Violencia no sobrepasó, por ejemplo, el consolidado de 130.000 computadores portátiles que con corte a agosto pasado había entregado la Alcaldía de Medellín a estudiantes del Distrito.
Por el lado del Concejo, el Partido Independientes alcanzó una votación de 32.610 votos con base en el Boletín 23 de la Registraduría, no pudiendo superar el 5%.
Dentro de los indicadores que no solo explican esa estrepitosa derrota y la holgada victoria de Gutiérrez resaltan, por ejemplo, los altos índices de desaprobación ciudadana. De acuerdo con los más recientes resultados de la encuesta de percepción ciudadana publicados por el programa Medellín Cómo Vamos la imagen favorable del alcalde de Medellín ha venido desplomándose durante los últimos cuatro años pasando de un 74% en 2020, 54% en 2021, 59% en 2022 a un 34% en 2023; este último el más bajo desde que existen los registros de esa encuesta en 2006.
4. El empalme no será fácil
Durante su discurso de victoria, Gutiérrez precisamente se refirió a su percepción del proceso de empalme, que estará enrarecido por la abrupta renuncia del exalcalde Quintero y las múltiples denuncias de corrupción que han enlodado a la administración saliente.
Sobre este tema, el alcalde electo volvió a expresar que desde el empalme su administración iniciará una auditoría forense para esclarecer a dónde fueron los recursos invertidos durante el último cuatrienio.
“Ahora lo importante es cómo vamos a construir confianza. Desde hoy se acaba en Medellín el odio y la división. Vamos a volver a unir a Medellín”, dijo Gutiérrez en su discurso, instando a los funcionarios técnicos de EPM a aguantar los dos meses faltantes para el cambio de gobierno.
5. Upegui y Quintero aceptaron su derrota
A pesar de ambientar las elecciones de este domingo con múltiples denuncias de supuestas persecuciones en su contra, tanto Quintero como Upegui reconocieron desde las primeras horas de la noche su derrota y la victoria de Gutiérrez.
El primero de ellos fue Juan Carlos Upegui, quien anticipó en un breve pronunciamiento escrito que publicó a través de sus redes sociales su aceptación de la curul de la oposición en el Concejo de Medellín.
“Felicito y le deseo lo mejor a Federico Gutiérrez en su mandato por el bien de Medellín. Nuestro propósito será liderar una visión alternativa con respeto y desde las ideas, podemos construir desde la diferencia. Agradezco de corazón a mi equipo y todos los ciudadanos que nos acompañaron”, expresó Upegui.
Por su parte, el exalcalde Quintero expresó que los resultados de este domingo le suscitarían una reflexión, al tiempo que anticipó que su partido le hará control político a la administración de Gutiérrez.
“Aceptamos los resultados con humildad. Felicito a Federico Gutiérrez. Medellín, ha enviado un mensaje claro y contundente. Vamos a reflexionar sobre los resultados, reconocer los deseos de la gente”, expresó el exalcalde Quintero Calle, al tiempo que resaltó la votación obtenida por su exsecretario de Gobierno, Esteban Restrepo en su aspiración a la Gobernación de Antioquia.
“Felicito a Esteban Restrepo que logra más de 200.000 votos en Antioquia. A Upegui que ha logrado el segundo lugar y asumirá la jefatura de la oposición en Medellín”, añadió Quintero.
6. Desde 2012, no ganaba una fórmula a la Alcaldía y a la Gobernación
La aplastante victoria de Gutiérrez vino acompañada también por la principal sorpresa de la jornada, que consistió en la derrota de Luis Pérez a manos de Andrés Julián Rendón, quien no necesitó de los votos del exsenador Juan Diego Gómez, el exsecretario de Seguridad Humana de la saliente administración departamental Luis Fernando Suárez, ni del exdirector del idea Mauricio Tobón para proclamarse como vencedor.
La victoria de Rendón hizo que por primera vez, luego de una década, a La Alpujarra lleguen dos gobernantes que trabajaron en llave durante la campaña; una situación que no se veía desde la victoria de Sergio Fajardo a la Gobernación de Antioquia y Aníbal Gaviria a la Alcaldía de Medellín en 2011.
Al referirse a la elección de Andrés Julián, Gutiérrez aprovechó para lanzar de forma indirecta un sablazo a candidatos como Gómez y Tobón, que pese a apoyarlo en su aspiración a la Alcaldía, hasta el último día de la campaña se rehusaron a aceptar los llamados de Gutiérrez a adherirse a la candidatura de Rendón y cuestionaron esa movida como “precipitada”.
Sobre su apoyo a Rendón, Gutiérrez expresó que esta campaña habría demostrado que “no era momento de tibiezas” y sí de “decisiones claras”.
Al margen de estos cálculos políticos y las dificultades que se anticipan en el proceso de empalme, cabe resaltar que, al asumir su cargo el próximo 1 de enero de 2024, Gutiérrez tendrá que hacerle frente a múltiples problemas que quedarán de la saliente administración.
Y es que además del descrédito que heredará en la figura del cargo de Alcalde de Medellín, muchas entidades del conglomerado público del distrito que han visto su imagen golpeada han sido Metrosalud, Telemedellín, Empresas Públicas de Medellín (EPM), entre otras.
En el caso de EPM, el nuevo gobierno deberá por ejemplo afrontar no solo las obras finales del proyecto de Hidroituango –entregadas al consorcio colombo-chino integrado por las firmas Yellow River y Schrader Camargo–, así como múltiples iniciativas y proyectos que tienen sus finanzas bajo presión, como su filial en la Costa Caribe Afinia o la intención de comprar la Triple A. También tendrá que afrontar una crisis de infraestructura en las instrucciones educativas, un millonario hueco financiero que aqueja a las instituciones de educación superior del distrito (ITM, Colegio Mayor y Pascual Bravo), la agudización de flagelos como la explotación sexual, entre muchos otros.
