La semana pasada la Fiscalía le abrió dos investigaciones a Ruta N, y a pesar de que no dio detalles, se sabe que al menos una está relacionada con las denuncias de supuesta corrupción que ha hecho Juan Pablo Durán, un contratista que lleva meses diciendo que le pidieron una coima del 10% por un contrato y que salió del país por amenazas.
El contrato de la discordia se firmó en agosto 2021 entre Ruta N y la empresa Ibser —propiedad de Durán— por $1.172 millones para desarrollar programas de capacitación a emprendedores. Sin embargo, a comienzos del 2022, se suspendió. Para Durán, esto fue un castigo por no pagar una coima que funcionarios de la Alcaldía de Medellín le pidieron. La versión de Ruta N, en cambio, es que Ibser no cumplió con los requerimientos técnicos del contrato. Al final, los damnificados fueron los emprendedores, a quienes todavía les deben $150 millones en premios.
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Esta denuncia se suma a otras por el manejo que la administración de Quintero le ha dado a Ruta N, pues hay quejas de que la han usado para pagar favores políticos: en apenas dos años, Ruta N cambió tres veces de director (todas por pedido de Quintero), y hay señalamientos de empleados técnicos y de carrera que habrían sido reemplazados, dicen ellos, por amigos del piso 12 de La Alpujarra. Además, Ruta N todavía no recupera el número de empresas aliadas ni la ocupación del edificio que tenía antes de la pandemia.
Como si no hubiera ya suficiente ruido, en junio del año pasado el senador del Partido Liberal Mario Castaño, hermano del actual director de Ruta N, Iván Castaño, fue capturado por orden de la Corte Suprema de Justicia, que está detrás de una red de corrupción que en cabeza del político caldense tendría tentáculos en diferentes regiones del país.
En esta entrevista, Castaño responde a estas denuncias y sobre la relación con su hermano. Asegura que fue él y no Durán quien puso en conocimiento de la Fiscalía la denuncia por posible corrupción en la entidad y se defiende de algunos contratos y nombramientos polémicos.
¿De qué se tratan las investigaciones que anunció la Fiscalía?
“Yo solamente tengo conocimiento de un caso y es la denuncia que interpuse el 27 de abril del año 2022, luego de que recibí un correo de Juan Pablo Durán donde mencionaba que presuntamente le habían exigido coimas para ganarse un contrato”.
¿Usted ya dio su versión en Fiscalía?
“Sí, en junio de 2022, posterior a la denuncia que interpuse, me llamaron para ampliar la información”.
¿Cuál es esa versión?
“Durante toda la ejecución del contrato con Ibser y hasta que Ruta N decidió citar la audiencia por incumplimiento, en ningún momento el contratista manifestó algún tipo de irregularidad. Fue hasta después de que la entidad inició acciones encaminadas a garantizar el cumplimiento del contrato, que Ibser empezó a enviar correos electrónicos donde exponía que supuestamente se le habían exigido coimas para ganarse el contrato. Ahora, con respecto al contrato, en varias ocasiones hemos dado las explicaciones del caso a los medios de comunicación y a los órganos de control”.
¿Y cuál es la explicación?
“Desde el inicio del contrato tuvimos problemas con ellos porque creían que Ruta N era un simple tramitador de recursos de la Alcaldía, pero aquí tenemos un equipo técnico que es el que se encarga de desarrollar las metodologías y definir los entregables. Pero Juan Durán nos dice que nosotros no teníamos ni idea del tema y que él iba a ejecutar el contrato con su propia metodología, incumpliendo los términos de referencia del contrato.
Durán dice que lo están amenazando por denunciar una supuesta red de corrupción en Ruta N, ¿usted qué sabe de eso?
“No tengo conocimiento alguno. Me enteré por la publicación que hizo EL COLOMBIANO el lunes 20 de marzo”.
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¿Cómo fue su llegada a Ruta N? Se dice que es cuota de César Gaviria
“Yo llego a la entidad porque años atrás había trabajado con el señor Alcalde cuando él era Viceministro de Transformación Digital y yo era el Gerente de Investigación, Desarrollo e Innovación del ministerio y le reportaba directamente a él”.
Usted fue el tercer director en menos de dos años, ¿con qué se encontró en la entidad?
“Yo me encuentro una entidad que está muy acostumbrada a desarrollar actividades en temas de ciencia, tecnología e innovación, desde un punto de vista que en algunos casos se desarticula o son independientes de los planes de desarrollo de ciudad. Entonces lo que yo empiezo a hacer es a tratar de articular mucho más ese quehacer de la entidad con el plan de desarrollo actual impulsando iniciativas como los Centros del Valle del Software (CVS)”.
En el plan de desarrollo prometieron 21 Centros del Valle del Software y apenas van 9, ¿cómo los perjudica ese retraso?
“No nos perjudica necesariamente, porque si bien la construcción de los CVS está a cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico, nosotros nos encargamos de la oferta programática: los talleres, las capacitaciones, enseñarle cómo hacer marketing digital. Pero eso lo hacemos independientemente de si hay CVS o no”.
La entidad aún no recupera los niveles prepandemia , la gente ya no va tanto a las oficinas y el alquiler del edificio es su principal fuente de ingresos, ¿cómo ser sostenibles?
“Ese es el principal reto que tenemos este año: cómo podemos innovar con el modelo de negocio inmobiliario. Con esos ingresos es que pagamos los salarios, los servicios públicos, los costos de funcionamiento. Ya tuvimos una reunión con algunas inmobiliarias para que ellas puedan comercializar los inmuebles de la Corporación. Nosotros llegamos a estar al 15% de ocupación en la pandemia, ya estamos al 55%”.
Recibimos denuncias de que empleados de planta que promovieron la salida del anterior director tuvieron ascensos o aumentos de salario en su administración, ¿fue un premio? Le hablo, por ejemplo, de Iván Rendón y de Alejandro Hincapié, que pasaron de ser gestores a directores.
“La Corporación Ruta N tiene un manual de selección. Si bien según los estatutos de la Corporación, yo soy el nominador y soy quien puedo designar libremente a las personas que van a ocupar ciertos cargos, yo no lo hago. Hay un proceso de selección abierto al público externo. Ellos participaron del proceso de selección. Yo ni siquiera soy parte del comité evaluador de esos procesos en los que terminaron con la mejor puntuación. Desde mi posición como ejecutivo, yo ni me metí para bloquear o para promover a ninguna persona”.
¿Qué influencia tiene su hermano Mario Castaño en Ruta N?
“Ninguna”.
Pero hay personas de su equipo cercano que vienen de instituciones donde su hermano tiene denuncias por corrupción...
“Dígame una sola persona”.
El secretario general de Ruta N, Pablo Esteban Quiñones, que viene de la Agencia Nacional de Tierras.
“A Pablo lo conocí en el Ministerio de Ambiente. Pablo no conoce a mi hermano. Las personas que trabajan conmigo es porque yo las traje, no es por recomendación ni por cuota de nadie”.
¿Y de la Alcaldía tampoco le han puesto gente en su equipo?
“No”.
Por ejemplo, Daniel Bermúdez o Juan Luis Valero que vienen de la Secretaría Privada...
“Daniel Bermúdez fue uno de los mejores contratistas que tuve cuando trabajé en el Ministerio TIC. Es brillante. Si él estaba en Promedellín o en la Secretaría Privada eso para mí es independiente. Y como me parece tan bueno cuando llegué acá le pedí recomendaciones y me recomendó a Juan Luis Valero”.
Hay un contrato del año pasado que nos llamó la atención porque le pagaron a una empresa de contabilidad $2.300 millones para la constitución de la empresa Datos de Medellín y el Área Metropolitana, ¿no es mucha plata para constituir una empresa?
“Lo que debía hacer el contratista era hacer una identificación de cuántas fuentes de bases de datos hay en la Alcaldía, plantear un modelo de negocio, financiero, hacer un benchmarking. Alguien dijo que hacía ese trabajo por 200 o 300 millones, si es así, ¿por qué no se presentó a la convocatoria?”
Por último, ¿cómo lo ha afectado la situación de su hermano?
Ha sido muy complejo, es una especie de tragedia para la familia. Yo a mi hermano lo sigo viendo con aprecio, lo quiero y le tengo un cariño fundamental porque él fue como un padre para mí. Pero yo no puedo explicar sus actuaciones ni mucho menos justificarlas. Yo he venido sufriendo una pérdida de identidad que también me ha afectado. Pasé de ser Iván Castaño a ser el hermano de Mario Castaño.