El “remedio” salió peor que la enfermedad, este refrán podría resumir la actual situación en una de las entidades de investigación más importantes que tiene el departamento y que hoy está en vilo por la insensatez de unos cuantos. La Universidad de Antioquia comentó su rechazo a la grave situación que se viene presentando dentro de su Sede de Investigación Universitaria (SIU) por cuenta de un “campamento estudiantil” que –buscando presionar soluciones para la actual situación de la Alma Mater– ha causado más perjuicios que beneficios.
El hecho más grave se presentó esta madrugada cuando se requirió el ingreso de personal para realizar estudios inmunológicos a dos riñones que fueron donados para trasplante, y los estudiantes apostados en el campamento no permitieron el ingreso del personal, lo que provocó que una persona que está en lista de trasplantes perdiera la posibilidad de haber sido trasplantado.
EL COLOMBIANO habló con la vicerrectora de Investigación de la UdeA, Claudia Marcela Vélez, quien confirmó el hecho. “En el tema de trasplantes el tiempo es muy preciado porque si se espera mucho, los órganos se pueden deteriorar y quedar inservibles para el trasplante. Con esta situación se tocó buscar procesar los órganos en otro lado. Es decir, que a los órganos les tomó mucho más del tiempo disponible para hacer dicha tarea. Por eso, por el incumplimiento de ese acuerdo por parte del campamento, alguien que necesitaba esos riñones puede que ya no los reciba, toda vez que esa demora posiblemente incida en el índice de rechazo del órgano al nuevo cuerpo”, comentó.
La SIU es un núcleo esencial para el desarrollo de la ciencia y la innovación en la Universidad de Antioquia, de la ciudad, la región y el país. Este edificio alberga no solo a profesores, estudiantes y empleados, sino también otros seres vivos, como animales, plantas e insectos que forman parte de proyectos de investigación fundamentales.
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Además, la SIU es en muchos casos la última esperanza de pacientes de escasos recursos o de enfermedades complejísimas para hallar un tratamiento digno y adecuado para sus males.
Pues bien, resulta que desde el pasado miércoles 20 de noviembre, un grupo de estudiantes que dicen estar aglutinados en el Movimiento Estudiantil Multiestamentario iniciaron un campamento permanente en protesta de la actual situación financiera de la Universidad de Antioquia.
Acontece que no se les ocurrió mejor idea para “presionar” soluciones para la Alma Mater que realizar un bloqueo de la SIU, que ha implicado evitar el ingreso de las personas a las instalaciones de la calle Carabobo.
Ante el hecho y lo catastrófico que sería para la SIU, las directivas de la entidad habían negociado para que se permitiera el ingreso de personal esencial encargado de la alimentación de animales y otros seres vivos, así como del procesamiento urgente de muestras de pacientes, y para el mantenimiento de algunos equipos indispensables.
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Dicho acuerdo se mantuvo hasta ayer jueves 21 de noviembre, cuando otros líderes de la protesta simplemente echaron a tierra el pacto y dejaron la SIU cerrada sin dejar que nadie ingrese desde la noche. Y fue entonces que comenzaron a notarse situaciones tan graves como lo ocurrido con los riñones.
Pero no solo están en riesgo los pacientes de trasplantes por esta insensata medida. Si no también los cerca de 100 pacientes directos y 400 indirectos contados a vuelo de pájaro que atiende la SIU cada día, muchos de ellos con enfermedades tan delicadas como enfermedad renal terminal, artritis, lupus, dengue, leishmaniasis y alzhéimer.
Pero no solo sufren los pacientes con este irresponsable bloqueo. También lo hacen cerca de 2000 animales que hay dentro de las instalaciones que son usados para investigaciones médicas, por lo que requieren estrictas dietas y juiciosos seguimientos y controles, por lo que el bloqueo representa una grave amenaza a sus vidas. “Los del bloqueo dijeron que nos daban solo una hora para atender a los animales. Pero eso es imposible en ese espacio”, comentó Vélez.
De otro lado, también con el bloqueo se pueden dar incumplimiento de compromisos adquiridos con entes financiadores, afectando la confianza en la capacidad institucional de la SIU para llevar a cabo proyectos de investigación de alta calidad. En síntesis, el bloque agrava la situación financiera de la UdeA. Toda vez que su afectación causa atrasos en los cronogramas de los proyectos de investigación, lo que puede impactar negativamente los resultados esperados.
Pese a esta grave violación a la misión médica de la SIU así como el negativo impacto en sus investigaciones, desde la entidad se espera que den fruto las conversaciones que actualmente se mantienen y que se espera deriven en una demostración de compromiso que implique la apertura de las sedes de la UdeA como la SIU sin ningún acondicionamiento para el personal, los usuarios y los pacientes.
Mientras eso se da, desde la SIU piden urgentemente un corredor humanitario que permita ingresar al personal a la entidad para atender los pacientes y los animales antes de que los daños sean más graves.
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