Diciembre, con sus calles llenas de bombillos de colores, música a todo volumen y alegría, también tiene el lado oscuro que afecta a los animales silvestres. El uso desmedido de la pólvora y la conducción en carretera sin precaución de atropellamiento de fauna son algunos de los factores que alteran el ecosistema compartido con estas especies.
En lo que va del mes, la línea de emergencias del Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha recibido más de 40 reportes de animales heridos por atropellamiento o desorientados y lesionados por la pólvora.
Uno de los casos fue el de un búho rayado que cayó aturdido al patio de una vivienda. El ave, además de asustarse por el estruendo, se golpeó al caer y terminó con úlceras en ambos ojos. Este búho fue atendido por el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAVR).
En el barrio Pedregal, una zarigüeya fue encontrada muerta junto a sus tres crías que aún estaban dentro de su marsupio. Las detonaciones constantes en la zona pudieron haberla desorientado y causado este lamentable final.
Otros animales han tenido un poco más de suerte, aunque eso no signifique algo positivo. Un currucutú, llevado al CAVR tras sufrir un trauma en el pecho, logró recuperarse y fue liberado. También atendieron a un gavilán pollero que chocó con un vehículo en la madrugada del primero de diciembre. Este ave sufrió una fractura en el pico, pero recibió tratamiento.
La pólvora que afecta físicamente a los animales y los llena de pánico hace que muchos se desorienten y terminen lejos de sus refugios, expuestos a depredadores o atropellos. Según Paula Andrea Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana: “Invitamos a todos a ser conscientes de la protección que requieren nuestros recursos naturales”.
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Además de los casos atendidos, se han reportado aves que caen de sus nidos y cachorros que salen de sus madrigueras buscando refugio. Sin embargo, muchos de estos casos ni siquiera llegan a registrarse.
Con la campaña #SoyAntipólvora, las autoridades buscan que las fiestas de fin de año no sean una penuria para los animales. Haciendo un llamado a celebrar de forma responsable, sin pólvora y con precaución de quienes también hacen parte de la vida en nuestra ciudad.
