En Medellín hay una revolución silenciosa que viene abriéndose paso por las calles de los barrios más vulnerables de la ciudad. Sin pedir aplausos, ni llamar la atención, un grupo de empresarios y ciudadanos que viene multiplicándose durante los últimos cuatro meses emprendió una batalla que parece imposible, pero que están determinados a ganar: erradicar el hambre en la capital antioqueña.
La meta es ambiciosa. Según advierten varios de los líderes de la iniciativa, que ha unido los esfuerzos del sector privado, fundaciones y la Alcaldía de Medellín, se busca que pueda aliviarse el hambre de unas 350.000 personas identificadas como las más vulnerables.
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Samuel Bluman, empresario del sector textil y uno de los ciudadanos que lidera la alianza, explica que todo comenzó hace cinco meses, cuando cerca de 150 personas se citaron en el centro comercial El Tesoro, en El Poblado, para pensar cómo podían unir sus esfuerzos en esa tarea.
Durante los últimos cuatro años, múltiples entidades y programas han alertado cómo Medellín pasa por uno de sus momentos más críticos en materia de seguridad alimentaria.
Uno de los indicadores más elocuentes lo publicó el año pasado el programa Medellín Cómo Vamos, que en los resultados de su encuesta de percepción ciudadana alertó que aproximadamente el 28% de los medellinenses afirmaban que dentro de su hogar alguno de sus miembros había comido menos de tres comidas durante la última semana por no tener alimentos suficientes.
El indicador, cuatro puntos por encima del de 2022 y seis puntos por encima de los valores de 2021 y 2020, fue el más alto en los últimos 17 años, desde cuando empezó a medirse en 2006 y estaba ubicado en el 12%.
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De igual forma, los datos de la Alcaldía daban cuenta de que los hogares con seguridad alimentaria también se han venido reduciendo progresivamente durante los últimos años y alcanzaron los valores más bajos de la última década tanto en la parte urbana como rural (41,8% y 33,2% respectivamente en 2022).
A nivel territorial, mientras comunas como El Poblado (2%), Laureles (8%) y la América (9%) tenían el menor porcentaje de hogares categorizados como en inseguridad alimentaria, las comunas de Popular (48%), Santa Cruz (44%) y Manrique (41%) eran las que tenían más hogares bajo ese drama.
Si bien desde la pandemia los esfuerzos del sector público se han volcado en combatir esa situación, no solo con subsidios nacionales y locales a familias vulnerables sino con programas dirigidos a los niños, como el PAE y Buen Comienzo, el hambre se ha negado a retroceder.
Fue entonces, añade Bluman, cuando empresarios y ciudadanos decidieron no quedarse con los brazos cruzados y encontraron eco en el nuevo gobierno de Medellín para lograr su cometido.
Bluman advierte que más allá de una iniciativa de caridad, el proyecto se ha planteado volver a tejer los maltratados lazos entre el sector privado y el público de la ciudad, tomando como referente a las generaciones que levantaron la Medellín antigua a través de organizaciones como la Sociedad de Mejoras Públicas y demostraron la importancia del trabajo articulado entre el empresariado y el gobierno local.
Y es que si se pone la vista atrás, la historia está llena de ejemplos.
Además de la Sociedad de Mejoras Públicas, crucial para el embellecimiento del espacio urbano en la primera mitad del siglo XX y el impulso de proyectos claves como el aeropuerto, la primera biblioteca pública, entre otros, la iniciativa del sector privado también fue clave para hitos como el surgimiento de las primeras redes de servicios públicos, instituciones de salud, cuidado de la infancia, entre muchas otras.
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“Para mí no existe una división entre lo público y lo privado. Lo público es plata de lo privado que maneja una administración que se escoge, un gerente. Uno paga sus impuestos y eso llega a la ciudad, hay otras platas que son transferidas en entidades públicas como Empresas Públicas de Medellín, pero que en el pasado fueron montadas por privados. O sea, eso de que hay dos dineros es un juego, que de alguna manera se convierte en una excusa para yo hacer lo mío desde lo privado y que lo público se encargue de lo público”, apunta Bluman, señalando que cuando hay grandes desafíos que involucran a toda la sociedad esas fronteras se deben desdibujar para trabajar en equipo.
Luego de aquella reunión realizada hace cinco meses, Bluman agrega que se consolidó entonces un grupo que hoy ya alcanza unas 170 madrinas, que se articularon en una estrategia que avanza a múltiples frentes.
Uno de los más importantes consiste en una estrategia de donaciones coordinada por la Corporación Presentes en la que cualquier ciudadano de a pie que quiera y pueda contribuir a la causa solo debe poner su tarjeta de crédito en una página web en donde puede dar una donación única o suscribirse para una donación mes a mes.
Estas donaciones van a un fondo con el que se les entrega un bono alimentario a las familias más vulnerables para que puedan comprar un mercado proteico básico (compuesto por granos como fríjoles, lentejas, garbanzos y otros productos de la canasta familiar) que les ayuda a tener resuelta la alimentación básica en un mes.
Además de invitar a más personas a que se sumen a las donaciones, las madrinas también se toman una vez al mes los barrios de Medellín y acompañadas por funcionarios de la Secretaría de Inclusión Social hacen contacto con las familias más necesitadas.
En este punto el papel de la Alcaldía de Medellín también ha sido clave, ya que, además de invitar a las personas a donar, ha aportado su rigor y el conocimiento de sus funcionarios del territorio para que las ayudas sí lleguen a las personas que más las requieren.
Otras organizaciones que han unido sus fuerzas son la Fundación Fraternidad Medellín, Conjugarte, el Banco de Alimentos de Colombia, la Fundación Saciar, el Banco Arquidiocesano de Alimentos, la Fundación Sofía Pérez de Soto, Ábaco, entre muchas otras.
Además de la línea solidaria, a la que igualmente se han sumado grandes empresas de la ciudad, estas organizaciones también impulsan una estrategia para mitigar el desperdicio de alimentos en la que, a través de la aplicación EatCloud, se busca establecer 1.000 puntos para que restaurantes, hoteles, tiendas, supermercados y todo tipo de establecimientos en los que se produce y vende comida envíen sus excedentes a las familias vulnerables y estos no terminen en la basura.
Como muestra de que el tema es también una prioridad para el sector público, la Alcaldía incorporó esa alianza al banco de proyectos estratégicos reseñados en el Plan de Desarrollo, para que esta se sincronice con otros programas que ya hay andando como el PAE, Buen Comienzo 365, Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer, Medellín Solidaria, los Centros de Vida Gerontológicos, las huertas de autoconsumo, los programas de rescate de alimentos que ya tienen andando las plazas de mercado, entre muchos otros.
“Es un llamado a la solidaridad, eso nos caracteriza como ciudad. En Medellín nos duele cuando alguien no está bien. El objetivo es que podamos aliviar el hambre de más de 350.000 personas, de ellas 220.000 con una situación más critica”, expresó el alcalde Federico Gutiérrez.
Tan solo en la línea de solidaridad, Bluman advierte con orgullo que gracias a los aportes de las personas que se han sumado tan solo en los últimos cuatro meses ya logró garantizarse que 1.000 familias tengan su paquete alimentario proteico básico.
De acuerdo con los estimativos entregados por la Alcaldía de Medellín, durante los últimos tres meses la iniciativa ha logrado recuperar cerca de 157.000 kilos de comida que de otra forma irían a parar a la basura y ha logrado entregar también unas 237.000 raciones.
“Nosotros somos un todo, no somos una parte. Estamos tejiendo una ciudad y lo estamos haciendo desde este programa”, apunta Bluman.
¡Apúntese! Hoy se realizará una donatón en Parques del Río
Como parte de la cruzada para que más voluntarios se unan a los esfuerzos para erradicar el hambre en la ciudad, la Alianza Medellín Cero Hambre encabezará este sábado 28 de septiembre una donatón.
La Secretaría de Inclusión Social de la Alcaldía de Medellín informó que la jornada tendrá lugar en Parques del Río, aprovechando las actividades que hay agendadas en el marco de Cultura Al Parque.
La donatón consistirá en que cualquier transeúnte o ciudadano que quiera aportar a la alianza podrá acercarse a un punto de recolección en el que podrá entregar cualquier tipo de alimento no perecedero.
“Los víveres serán recibidos por los bancos de alimentos o en la línea solidaria en la cual podrán donar dinero. Esa donación será recibida por medio de la Corporación Presentes para impactar esa realidad de las familias del Distrito. Todos hacemos parte de ese cambio y entre todos sumamos”, dijo la secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos de Medellín, Sandra Milena Sánchez Álvarez.
El punto de donación será habilitado desde las 9:30 de la mañana y se mantendrá activo hasta las 8:00 de la noche.
Buscando atraer a más personas solidarias, la donatón también será transmitida por el canal público Telemedellín, que se encargará de presentaciones artísticas y actividades con la comunidad.
“Lo que vamos a hacer este sábado es otro impulso: la donatón. La gente puede acercarse a Parques del Río, donde vamos a tener activación cultural. Se han venido vinculando más empresas con donaciones grandes”, expresó a propósito de la donatón el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga.
¿Cómo se puede donar?
Para los ciudadanos que estén interesados en hacer donaciones en dinero, la alianza recordó que estos aportes están siendo coordinados por la Corporación Presentes.
Esta organización habilitó en su portal web, a la que se accede en la página www.presentes.co, un botón de pago que en la página de inicio aparece de color rosado.
Entre otras iniciativas, los ciudadanos encontrarán allí un botón rotulado con el logo de la Alianza Medellín Cero Hambre.
En dicho botón de pago aparecerán dos opciones, una para donaciones únicas y otra para las donaciones recurrentes.
Por el lado de las donaciones únicas, la página permite aportes desde los $10.000 hasta lo que cada ciudadano desee aportar.
Por el lado de la donación recurrente, el sistema permite aportes mensuales que empiezan desde los $50.000, $100.000, $150.000 o cualquier otro valor.
Para la donación única, el sistema recibe transferencias de todos los bancos vía débito y también pagos a través de Efecty, Gana, Punto Red, Red Servi, Su Chance, Su Red, entre otros.
Para la donación recurrente, los interesados pueden llenar un formulario e inscribir su tarjeta de crédito desde donde se debitará cada mes el aporte que hayan decidido entregar.
