Tras un alejamiento paulatino de las toldas del Centro Democrático, finalmente el exsenador y exconcejal de Medellín Alfredo Ramos Maya renunció a la colectividad política que gira en torno a la figura al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
“Ya estaba de facto retirado desde hace tiempo, me había retirado callado. Tenía muchos desacuerdos políticos e ideológicos”, le explicó el político a EL COLOMBIANO. Pero la dimisión formal a su militancia la presentó ante las directivas de la colectividad el viernes pasado por la tarde y la separación se hace efectiva de manera inmediata, de acuerdo con los estatutos internos, según explica una declaración del secretario General, Gabriel Jaime Vallejo Chujfi.
Pero ¿qué fue realmente lo que llevó a Ramos a salir del movimiento político al que representó en la corta carrera pública que ha llevado? Realmente hacía tiempos que se sentía incómodo con el manejo de la colectividad, demasiado centrado, para su gusto, en el culto a personalidades.
“Los partidos comienzan a perder mucho cuando se empiezan a volverse tan importantes los congresistas y se desconectan mucho con la ciudadanía. Yo creo más en los liderazgos colectivos que en los liderazgos personalistas”, apuntó afirmando de paso que no tiene planes de ponerse por lo pronto otra camiseta partidista.
“Esto y en un momento en que quiero abrir mi visión política a una constante oxigenación de lo público y a través de los partidos políticos no encuentro que haya formula para hacerlo en este momento. Quiero tener la independencia crítica para poder actuar públicamente”, aseguró.
El exconcejal Ramos es hijo del exgobernador Luis Alfredo Ramos Botero, un gran amigo del expresidente Uribe y aliado político por años.
El joven político había estado en el CD desde su fundación, en 2013, cuando participó en la recolección de firmas que sustentaran el reconocimiento oficial del Consejo Nacional Electoral como partido.
De allí derivó luego su aval para presentarse, ese mismo año a una curul en el Senado, la cual ganó para el periodo 2014-2018 y al terminar se presentó como candidato a la Alcaldía de Medellín, también a nombre del el CD. Por quedar de segundo en la elección que ganó Daniel Quintero para el periodo 2020-2023 tuvo la posibilidad que brinda el Estatuto de la Oposición para ocupar una silla en el Concejo, donde encabezó una férrea oposición al nuevo mandatario.
La formación de Ramos es como administrador de negocios y abogado, con dos especializaciones y ahora dice que quiere comenzar a estudiar una maestría en literatura. Es divorciado y tiene dos hijos de 5 y 3 años.
Entre sus otros planes, según indicó el político de 46 años, esta encabezar un proyecto ciudadano de lucha contra la corrupción y emprender algunas ideas de negocio particulares.
Adicionalmente, comenzará la emisión de un podcast en compañía con el también exconcejal (Partido Verde) Daniel Duque. A pesar de proceder formalmente de orillas políticas distintas, ambos coincidieron en el anterior periodo del Concejo en su dedicación a denunciar la presunta corrupción que campeó en la administración municipal y ahora su intención es asociarse para manifestar sus opiniones sobre temas de política local, regional y nacional.