Cuando el 19 de octubre de 1899 rodó por las calles de Medellín el primer vehículo de su historia, un Dion Bourton, no se pensó que 45.602 días después los automotores serían los principales causantes de muertes violentas en la ciudad, superando los homicidios. De acuerdo con las estadísticas oficiales, este año han sido asesinadas 193 personas, mientras que los siniestros viales ya dejaron 196 fallecidos.
Estas cifras sorprenden en una ciudad como Medellín, que hace 33 años era la más violenta del mundo con el asesinato anual de 6.809 personas, una cifra lejos de pensarse en la actualidad. La contracara se presenta en las vías y todo pinta a que 2024 será uno de los años con mayor mortalidad por accidentes, con probabilidad de superar los 300 fallecidos por primera vez desde 2013.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, mostró su satisfacción porque los resultados de sus estrategias de seguridad están llevando a tener la estadística de asesinatos más baja desde 1979, pero afirmó que “esto hace que se ponga el foco en otras problemáticas graves como viene ocurriendo este año con los accidentes”.
La baja de homicidios
De acuerdo con el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), este año se han registrado 52 homicidios menos que el año pasado, cuando a la fecha iban 245 casos. La baja es más significativa si se tiene en cuenta que el 2023, con 378 casos, fue el año con menos asesinatos en 45 años.
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“Es resultado del trabajo articulado que estamos realizando entre todas las instituciones. Tenemos unos planes específicos para abordar no solamente la reducción del homicidio, sino también la de los atracos y otros delitos en la ciudad”, indicó el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Andrés Lamprea.
La operatividad ha permitido capturar a 11.149 personas en Medellín, 1.059 casos más que el año pasado. De estas, 164 fueron por homicidios, siendo este el principal argumento de las autoridades para sustentar la reducción.
Sin embargo, la baja también está relacionada con la conformación de la mesa de paz de la cárcel de Itagüí, en la que los principales cabecillas criminales de la ciudad empezaron una negociación con el Gobierno Nacional, ya que desde 2022, cuando se iniciaron los acercamientos, los homicidios mostraron una reducción escalonada, llegando a las cifras de la actualidad.
“En esta situación queda en evidencia que más allá de la operatividad, cuando no hay confrontaciones directas entre las estructuras criminales se presentan estas reducciones. Cuando comenzaron los acercamientos, las cifras empezaron a bajar y luego con el marco sociojurídico se hizo más notoria”, dijo Luis Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades).
Agregó que en la medida que se han ido acabando las distintas guerras que se han presentado en la ciudad, como la de Sebastián vs. Valenciano a finales de los años 2000 y la catalogada Guerra Fría entre 2017 y 2019, la ciudad comenzó a registrar disminuciones de asesinatos, dejando de superar los 1.000 muertos desde 2012 y los 500 desde 2019.
Las tragedias en las vías
En contraposición, Medellín viene registrando el mayor aumento en cuanto a las muertes en las vías se refiere, ya que este año se han contabilizado 196 fallecidos por accidentes de tránsito contra los 164 que iban el año pasado, es decir, 32 casos más.
Los motociclistas son los que más aportan a estas muertes, con 104 casos, mientras que por estos hechos han fallecido 71 peatones en los 20.252 siniestros viales ocurridos este año.
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“Miren los accidentes tan absurdos que vemos día a día en Medellín. Necesitamos un tema de cultura ciudadana en el que sea primero el respeto por los peatones, pero también buscar evitar los accidentes absurdos del día a día, como los de personas en moto”, manifestó el alcalde Gutiérrez.
A estos hechos se suman los tres accidentes ocurridos en el último mes, como el de Guayabal con un conductor bajo los efectos de las drogas y los dos registrados en Manrique Central y Villa del Socorro con vehículos sin frenos que cobraron otras cuatro vidas en dos días.
Arles Giovanny Arias, experto en temas de seguridad vial, explicó que “la problemática podría agravarse aún más si se tiene en cuenta que la población y la economía de la región sigue en crecimiento, lo que implica más personas con cada vez mayor necesidad de movilizarse, acompañados de mayor crecimiento económico, que representan un aumento en la motorización”.
Ante los accidentes por vehículos sin frenos, que se han vuelto una constante en los días recientes, los expertos aseguraron que es necesario hacer una revisión a los mantenimientos preventivos, sumado al cumplimiento de las revisiones obligatorias de manera más exhaustiva.
Santiago Quintero, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Apoyo al Tránsito (Asedan), indicó que en lo que concierne a los CDA están esperando que el Ministerio de Transporte reglamente la ley 2283 de 2023 y les permita “ser las entidades que realicen la revisión periódica de los vehículos, donde a través del Sistema de Control y Vigilancia (SICOV) se garantice la correcta verificación del parque automotor”.
Sin embargo, la prioridad pasa por intensificar las estrategias de seguridad vial para disminuir las muertes en las vías, ya que, según el experto Arias, las cifras en la última década se ha mantenido sostenidas, con bajas y altas poco notorias.
“Es evidente que a pesar de la amplia normatividad existente y las acciones que se han realizado respecto a seguridad vial desde la administración distrital, se observa una estabilización del fenómeno conforme los promedios tan altos de vidas perdidas anualmente y a pesar de las acciones realizadas, las cuales a la luz de las cifras no han dado resultado”, señaló.
Para lograr esta meta, el alcalde Gutiérrez aseguró que trabaja con varias secretarías en estrategias conjuntas para bajar las cifras de mortalidad en las vías y que la reducción sea paralela a la presentada con los homicidios en la actualidad.
“He hablado con los secretarios de Movilidad y de Cultura Ciudadana para trabajar en las campañas de cultura ciudadana y en el comportamiento del día a día en las vías, porque el mensaje es que cuando salgamos de nuestras casas, tengamos claro que no hay nada más importante que la vida”, concluyó el mandatario.
