Gustavo Silva, integrante del equipo electoral de la oposición, fue el encargado de mostrar ante la OEA cómo las actas impresas por las máquinas electorales dan fe que Nicolás Maduro fue el perdedor de los comicios celebrados el 28 de julio.
De acuerdo a las explicaciones de Silva, se hicieron cuatro conteos rápidos diferentes con diversas metodologías, las cuales daban como ganador al opositor y que el resultado era “irreversible”. Agregó que “la probabilidad de que los resultados que esa noche dieron (28 de julio) sea certeramente estadístico es menor al 0,001 %”.
En las pruebas presentadas se incluyó una auditoría de las actas y resultados que corresponden al 1 por ciento de las mesas de votación, las cuales fueron escogidas aleatoriamente y que le permiten reglamentariamente a los candidatos sustentar sus reclamos.
Por su parte, Gerardo de Icaza, director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (Deco), resaltó el hecho de que es la primera vez que un integrante de la sociedad civil presenta pruebas de un fraude electoral a “todo aquel que quiera ver”.
“La presentación que hoy nos hacen miembros del Comando Con Venezuela (partido de Edmundo González) es un claro ejemplo de tenacidad, pericia técnica y convicción de echar luz a un oscuro proceso electoral”, declaró De Icaza, quien expuso que sin este esfuerzo “los venezolanos y el mundo hubiesen tenido que aceptar las palabras sin sustentos del presidente del CNE”.
En la presentación del “Informe Técnico final del 28 de julio” hicieron presencia los embajadores ante la OEA de Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Paraguay, República Dominicana, Panamá, Brasil y Uruguay. También estaban presentes representantes de la Unión Europea.
Este informe se complementa con lo presentado el pasado 2 de octubre por el Centro Carter, quienes demostraron a través de documentos que González Urrutia habría obtenido un 67% de los votos, mientras que Maduro solo un 31%.