La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) gastó más de un millón de dólares en la compra de terminales Starlink, el sistema de internet satelital de SpaceX, en los últimos cuatro años. Según registros federales, estos dispositivos fueron enviados a Zimbabue y Sudáfrica, el país natal de Elon Musk.
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El dato resulta paradójico, ya que Musk, actual jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump, ha calificado a Usaid como un organismo “criminal” y ha respaldado su cierre, argumentando que es una estructura burocrática ineficaz. A pesar de ello, la agencia ha financiado equipos clave de su compañía para operaciones en distintas partes del mundo.
La vinculación entre Usaid y SpaceX no es reciente. La mayor colaboración ocurrió en 2022, cuando, tras la invasión de Rusia a Ucrania, la agencia estadounidense financió el envío de 5.000 terminales Starlink valoradas en aproximadamente 3 millones de dólares. Estas terminales fueron esenciales para sostener las comunicaciones del ejército y el gobierno ucraniano en medio del conflicto.
Elon Musk resaltó la importancia de Starlink en la guerra. En noviembre de 2023, publicó en su red social X:
“Un factor importante por el que Ucrania no fue invadida por completo por Rusia es el apoyo de Starlink que presté, con gran riesgo de un ataque cibernético y físico a SpaceX por parte de las fuerzas militares rusas. Starlink es la columna vertebral de las comunicaciones militares ucranianas en el frente, porque todo lo demás ha sido volado o bloqueado por Rusia”.
Sin embargo, su papel en el conflicto no estuvo exento de polémicas. En 2022, Ucrania denunció que Musk bloqueó el acceso a internet para drones militares que iban a ser utilizados en un ataque contra la flota rusa en el mar Negro. Legisladores estadounidenses también expresaron preocupación ante la posibilidad de que Rusia haya adquirido de forma ilegal terminales Starlink, aunque Musk negó haber vendido equipos a Moscú.
Desde que Trump lo nombró jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Musk ha insistido en que Usaid debe desaparecer. En varias ocasiones, la ha descrito como una agencia “ineficiente e irreformable”. Trump ha respaldado esta postura, calificando a la institución como una organización “dirigida por lunáticos radicales” y, a principios de enero, confirmó que su gobierno cerrará la agencia.
No obstante, el secretario de Estado, Marco Rubio, aclaró que Usaid no desaparecerá por completo. Según Rubio, la agencia pasará a ser controlada por el Departamento de Estado con una nueva estructura y objetivos, alineados con la política exterior de la administración Trump.
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Fundada en 1961 por el presidente John F. Kennedy, Usaid ha sido un pilar clave de la política de ayuda humanitaria de Estados Unidos. Con un presupuesto de más de 42.000 millones de dólares anuales, la agencia financia proyectos para reducir la pobreza, combatir enfermedades y responder a crisis humanitarias en más de 120 países. Su futuro ahora queda en manos de una administración que cuestiona su papel y su impacto en la política internacional.
