Un nuevo escándalo se suma a los anteriores de Donald Trump, para despejar las pocas dudas de los últimos sectores indecisos que se preguntaban sobre el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos. El viernes, medios de dicho país difundieron un video en el que el magnate habla lascivamente sobre cómo manoseaba a las participantes de su reality show y otras mujeres.
“Me atraen las bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (...). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (...). Las agarras por el coño. Puedes hacer de todo”, dice Trump en la grabración de una conversación con el entonces presentador del programa “Hollywood Access”, Billy Bush.
“Esto es terrible. No podemos permitir que esta persona se vuelva presidente”, trinó la candidata demócrata Hillary Clinton, poco después de que los medios estadounidenses difundieran la prueba de un enésimo escándalo para el magnate.
Pero la indignación afectó especialmente los difíciles intentos del Partido Republicano por unirse en torno al polémico personaje. “Esta noche, millones de republicanos están enfrentando el momento de la verdad. Las declaraciones de Trump, además de ofensivas, son despreciables. Si bien no puedo votar por Hillary Clinton, tampoco lo haré por Trump”, dijo el gobernador de Utah, el conservador Gary Herbert.
El presidente de la Cámara, Paul Ryan, retiró el viernes la invitación a Trump para un acto de los líderes republicanos ayer en Wisconsin: “A las mujeres hay que defenderlas y respetarlas”, reiteró.