El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que congela la distribución de fondos para programas de desarrollo en el extranjero durante 90 días.
Esta medida afecta directamente a Colombia, país que ha sido uno de los principales beneficiarios de la ayuda estadounidense en áreas como desarrollo rural, justicia, guerra contra el narcotráfico y derechos humanos.
La orden, que busca alinear la ayuda exterior con los intereses de Estados Unidos, exige que los departamentos y agencias federales responsables de estos fondos suspendan nuevos desembolsos y revisen los programas existentes. Según Trump, muchos de estos recursos han sido utilizados de manera “antiética” y “desestabilizan la paz mundial al promover ideas contrarias a la armonía interna en algunas naciones”.
“Estados Unidos no distribuirá ayuda que no esté alineada totalmente con nuestra política exterior”, señala la orden firmada por Trump, quien buscará que todos los países que reciban cooperación suya se alineen con los valores estadounidenses.
Desde el inicio del Plan Colombia, Estados Unidos ha invertido hasta 200 millones de dólares anuales en programas de desarrollo en este país. Ahora, estos recursos, equivalentes a unos 16 millones de dólares mensuales, quedan en el limbo.
Según expertos, la medida podría significar un golpe para la implementación del proceso de paz y otros temas que afectan directamente a la guerra contra grupos ilegales como el ELN, Clan del Golfo o las Disidencias.
Si bien, el secretario de Estado, Marco Rubio, podría permitir excepciones a esta suspensión, dada su posición crítica hacia el Gobierno del presidente Gustavo Petro, es poco probable que se favorezcan los programas colombianos.
Aunque el presidente Trump tiene autoridad para revisar la ayuda exterior, esta decisión podría enfrentar cuestionamientos legales, ya que el Congreso es responsable de asignar estos fondos. Sin embargo, con ambas cámaras bajo control republicano, es poco probable que el legislativo actúe como contrapeso a la medida.
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Esta no es la primer vez que el magnate toma una decisión como esta. En su mandato pasado suspendió fondos destinados a Ucrania, asegurando que era necesario revisar la forma en la que estos recursos estaban siendo implementados. Lo que le costó un juicio político del cual resultó ileso.
La revisión de los fondos, por otro lado, podría redirigir recursos hacia países como El Salvador, donde el gobierno de Nayib Bukele ha implementado políticas de seguridad alineadas con los intereses de Trump. Mientras que el apoyo a programas relacionados con inclusión, diversidad, aborto y medio ambiente podrían ser eliminados.
Mientras tanto, en Colombia, las alarmas comienzan a activarse. Teniendo presente que el presidente Gustavo Petro ni siquiera fue invitado a la posesión del mandatario estadounidense, se espera que desde otros sectores se busque la manera de mantener las relaciones con el nuevo gobierno estadounidense.