Hay historias fascinantes que salen de la ficción y se convierten en realidad, como la película Forrest Gump, protagonizada por Tom Hanks, quien un día de la nada empezó a caminar sin rumbo fijo y con una fuerza espiritual que lo guiaba a continuar como fuera.
Así mismo hizo Tom Turcich, un hombre estadounidense que pasó siete años de su vida recorriendo el mundo a pie y acompañado de su perrita Savannah. Él decidió el 2 de abril de 2015, a sus 26 años, comenzar esta travesía que tenía varios retos relacionados con la fuerza de voluntad.
Savannah apenas era una cachorrita que Tom adoptó en un refugio de animales de Austin, Texas. Ella se convirtió en la motivación para seguir adelante.
Turcich mostró en las redes sociales su recibimiento el 21 de mayo de 2022 de las personas que lo querían y que no creían tal hazaña al lado de su mascota. Incluso, contó en una entrevista con CNN que “el final fue increíble, porque básicamente era la mitad de mi vida dedicada a esa idea de dar la vuelta al mundo y por fin realizarla... cruzar la línea de meta fue como el paraíso”.
Savannah hacía que no desfalleciera en su meta de recorrer el mundo, pero no todo fue alegría, ya que al finalizar el recorrido debió dormirla para que dejara de sufrir con sus problemas de salud: “Sus riñones estaban fallando. No podían hacer nada”.
“Todavía me siento un poco culpable. Estuve muy mal el primer mes después. En cierto modo, era mi mejor amiga. Creo que gran parte del dolor es eso. Pasamos tanto tiempo juntos y pasamos por tantas cosas... pero vivió nueve años estupendos. Estoy agradecido por ello”, agregó Tom al medio de comunicación anteriormente citado.
“No habría sido tan bueno. No habría sido tan divertido. No habría podido asimilar tantos momentos... definitivamente, ella era como la incondicional de la marcha. En retrospectiva, no puedo imaginarme hacerlo sin ella”, dijo Tom recordando a su perrita.
Turcich escribió un libro llamado The World Walk, que relata las aventuras vividas al lado de Savannah, quien caminaba con él en un día normal entre 29 a 38 kilómetros. Con esa obra “quería quitarme el ego de encima, simplemente contar una buena historia de aventuras sobre un tipo y su perro dando la vuelta al mundo”.
Y en modo de reflexión, Tom dijo: “Creo que antes lo sabía intelectualmente. Pero luego sales ahí fuera y ves lo grande que es el mundo. Y cómo estas fuerzas realmente mucho mayores que la fuerza de voluntad y el deseo de cualquiera influyen en la vida de alguien. Cuánto influyen la geografía y la cultura en la vida de alguien. Y te ves reflejado en todos esos lugares y personas diferentes, y te das cuenta de que no eres más que una persona entre todas esas personas”.
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