Vestido de negro, con barba y cabello canoso, Steve Bannon, el mayor estratega de la Casa Blanca durante el gobierno de Donald Trump, se entregó esta semana a las oficinas del fiscal del Estado de Nueva York, que lo juzgó por los delitos de malversación y lavado de dinero en la construcción de un muro entre entre Estados Unidos y México.
Bannon, quien también fue presidente de la polémica empresa Cambridge Analytica, fue recibido por un río de cámaras al salir –momentos después– con las manos esposadas y diciendo que habría sido perseguido por el sistema de justicia de Nueva York.
Las acusaciones formales contra el ultraderechista y exasesor de Trump lo implican en dos delitos por lavado de dinero, dos por cargos de conspiración y uno por defraudar –en relación con la operación We Build The Wall (Construimos el muro)–. Esta última era una asociación que pretendía recaudar fondos para cumplir la promesa de campaña del magnate republicano de construir un polémico muro en la frontera del sur de Estados Unidos.
“Cuando el señor Bannon creó una estructura de recaudación de fondos para financiar la construcción de este muro, millones de dólares fueron robados para llenar sus bolsillos y los de otros amigos políticamente cercanos”, señaló la fiscal Letitia James.
Para ese muro se habrían recaudado al rededor de 15 millones de dólares. Esta es la cantidad estimada del “fraude” contra “miles de donantes en todo el país”, que creyeron en las “falsas promesas”, dijeron los investigadores en un comunicado.
Frente a estas acusaciones, Bannon se declara inocente.
Una amistad que indulta
En 2020, el exasesor de la Casa Blanca fue arrestado y acusado por haber defraudado y malversado parte de los millones de dólares en fondos de donantes para construir el mismo muro entre Estados Unidos y México.
Bannon no fue a juicio porque fue indultado por Trump el 20 de enero de 2021, justo antes de salir de la Casa Blanca tras el triunfo de Joe Biden.
Sin embargo, el indulto que le concedió Trump se aplica a posibles crímenes federales, pero no estatales, por lo que Bannon aún podría ser imputado por ese caso que, en todo caso, es anterior.
La nueva acusación penal se produce seis semanas después de que Bannon fuera condenado en un tribunal federal de Washington por obstruir los poderes de investigación del Congreso.
Por esa condena podría pagar hasta a un año de prisión y una multa de hasta 200.000 dólares.
En los últimos meses, Bannon se había negado a cooperar con el comité de la Cámara que investiga la toma violenta del Capitolio, del 6 de enero de 2021, en la que podría tener responsabilidad Trump.
Incluso, luego de la destitución de Bannon de su cargo como asesor en 2017, este veterano de 68 años habría permanecido muy cerca a Trump y hasta habría hablado con el exmandatario un día antes de la toma en el Capitolio.