El resultado de las elecciones presidenciales en Turquía fue tan apretado, que hasta el amanecer de este lunes el colegio electoral de ese país seguía contando votos para determinar qué tanta ventaja logró sacar el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien está buscando su tercera reelección tras estar dos décadas en el poder ejerciendo como primer ministro y mandatario.
Para el cierre de esta edición la fotografía de la contienda mostraba que el líder islamista de la autocracia europea logró imponerse frente a su contrincante, el laico Kemal Kiliçdaroglu, pero sin la ventaja suficiente para ganarle en primera vuelta.
La definición quedó para dentro de dos semanas cuando Erdogan y Kiliçdaroglu se volverán a encontrar en las urnas, en unos comicios que definirán si el islamista logra atornillarse en el poder por un periodo más, lo que le sumaría 5 años a los 20 que ya lleva en el poder.
Con un 90,6% de los votos escrutados, el conservador Erdogan, de 69 años, obtuvo el 49,86% de los sufragios. Su rival, el socialdemócrata y laico Kiliçdaroglu, de 74 años, consiguió el 44,38%, según la agencia estatal Anadolu. Para asegurarse la victoria en la primera vuelta, los candidatos necesitaban al menos el 50% de los votos más uno.
Erdogan tiene competencia
Una segunda vuelta es inédita para el país de 85 millones de habitantes que celebra este año los cien años de la fundación de su república. Tan novedoso es que tenga que celebrarse un balotaje que la oposición se declaró como victoria con esa definición. “Estamos a la cabeza”, tuiteó Kiliçdaroglu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP).
Destacadas figuras de la oposición afirmaron que el gobierno estaba ralentizando el conteo de votos a propósito, especialmente en distritos donde Kilicdaroglu gozaba de un fuerte apoyo.
En una Turquía profundamente dividida, el duelo para elegir al decimotercer presidente del país es muy reñido. Algo más de 64 millones de personas, que también eligieron a su parlamento, fueron llamados a votar. Hasta el cierre de esta edición no se había revelado el índice de participación, pero el país suele tener una acogida en las urnas superior al 80%.
En 2018, en las últimas elecciones presidenciales, Erdogan ganó en primera vuelta con más del 52,5% de los votos.
Con una camisa azul y expresión cansada, Erdogan votó en Üsküdar, un barrio conservador de Estambul, donde deseó “un futuro próspero al país y a la democracia turca”. El actual mandatario no quiso dar ningún pronóstico, pero señaló el “entusiasmo de los electores”, en particular en las zonas más afectadas por el terremoto del 6 de febrero, que dejó al menos 50.000 muertos.
El candidato opositor, Kiliçdaroglu, votó poco antes en Ankara. “Hemos echado de menos la democracia”, declaró con una sonrisa. “Ya verán, la primavera volverá a este país si Dios quiere y durará por siempre”, añadió, en referencia a uno de sus eslóganes.
La contienda de finales de mayo definirá si el país sigue estando, o no, al mando de un aliado de Putin.