Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron este martes que lanzaron un ataque con drones y cohetes balísticos contra Israel, como acto de represalia por la guerra en Gaza contra el grupo islamista palestino Hamás, informó a AFP un alto mando de esta milicia apoyada por Irán.
“Estos drones pertenecen al Estado de Yemen”, afirmó Abdelaziz bin Habtour, primer ministro nombrado por los rebeldes que controlan parte del país y están enfrentados contra el gobierno reconocido por la comunidad internacional.
Según una noticia divulgada por la prensa israelí, un vocero del grupo rebelde, Yahya Sria, reconoció que se trataba del tercer ataque en las últimas horas, motivado “por sentido de responsabilidad religiosa, moral, humanitaria y nacional” en favor de los palestinos.
También anunció que su ofensiva en contra de Israel continuaría, lo que podría generar una expansión de la guerra más allá de las fronteras de Israel y Palestina.
Hay que recordar que Yemen no tiene fronteras con estos estados, pues entre ellos tiene a Jordania, Egipto y Arabia Saudita, que podrían verse afectados con un eventual fuego cruzado.
Crisis entre Estados Unidos e Irán
De otro lado, los repetidos ataques contra las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente corren el riesgo de arrastrar a Estados Unidos a un conflicto con Irán, incluso cuando Washington quiere evitar un desbordamiento de la guerra entre Israel y Hamás en la región, según expertos.
Las tropas estadounidenses y sus aliados han sido atacadas 14 veces en Irak y 9 veces en Siria en las últimas dos semanas, según el Pentágono.
Washington acusa a Teherán de participar indirectamente en estas ofensivas, que han ido en aumento desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
En respuesta, la semana pasada el ejército estadounidense llevó a cabo ataques en Siria, que causaron víctimas, en sitios vinculados con Irán, según el Pentágono.
Esta sigue siendo una respuesta limitada por parte de Estados Unidos, que tiene un considerable poder militar, pero busca evitar una conflagración regional.
“Nos preocupa que los miembros de la red de amenaza iraní intensifiquen sus ataques de una manera que corran el riesgo de cometer errores de cálculo o lleven a la región a la guerra”, dijo el lunes un alto funcionario del ministerio de Defensa estadounidense.
Irán dijo el lunes que los ataques contra las fuerzas estadounidenses fueron “una reacción” a la ayuda estadounidense a Israel, cuyo bombardeo de represalia contra la Franja de Gaza ha matado a más de 8.300 personas, según el ministerio de Salud de Hamás.
Washington tiene alrededor de 900 soldados en Siria y casi 2.500 en Irak que luchan contra la organización yihadista Estado Islámico.
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El número de víctimas por las recientes ofensivas contra estadounidenses se ha limitado hasta ahora a 21 soldados levemente heridos. También hay un fallecido que sufrió un ataque al corazón mientras se refugiaba por una falsa alarma. Pero la situación podría empeorar.
“Existe un riesgo significativo de escalada entre Estados Unidos e Irán debido a un desbordamiento de la guerra entre Israel y Hamas”, ya sea por iniciativa de Teherán o por grupos aliados que deciden actuar por su propia cuenta, dijo Jeffrey Martini, un experto en defensa en el centro de investigación RAND.
Hasta el estallido de la guerra entre Israel y Hamás, Washington había firmado una especie de “acuerdo informal con Irán destinado a reducir las tensiones regionales”, que había puesto fin a los ataques de grupos vinculados a Teherán en Irak y Siria contra las tropas estadounidenses, según el investigador.
Pero la diferencia con las oleadas de ataques perpetrados por estos grupos en el pasado es que ahora “todos los grupos aliados a Irán parecen actuar al mismo tiempo”, subrayó Jon Alterman, especialista sobre la región del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Eso aumenta “la probabilidad de que algo salga mal”, continuó.
Si bien Estados Unidos repite en voz alta su deseo de evitar un contagio del conflicto entre Israel y Hamás, al mismo tiempo ha reforzado su presencia militar en la región como parte de su política de disuasión.