El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaría cerca de alcanzar un acuerdo para lograr la liberación de los rehenes que Hamás aún mantiene en Gaza.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, aseguró que había fuertes indicios de que un acuerdo estaría cerca, así lo dijo durante una rueda de prensa en Jerusalén. “Tuve la impresión de que el primer ministro está listo para alcanzar un acuerdo”, dijo, dejando claro que la voluntad de Netanyahu es clave en los avances de este proceso.
Catar se ha mantenido al frente de las complejas negociaciones entre Hamás y el Gobierno israelí, y según Sullivan, hay un nuevo impulso para reactivar la mesa que ha estado vacía desde hace un buen tiempo.
Este anuncio, de ser cierto, sería un importante avance para lograr la paz en la región teniendo en cuenta el reciente cese al fuego entre Israel y Hezbolá en Líbano. “Es un nuevo impulso para el futuro de la región y para la tranquilidad de la población civil”, dijo Sullivan.
Sin embargo, las tensiones aún están presentes, tanto en Líbano como en Gaza. Vale recordar que las negociaciones sobre la liberación de los rehenes que Hamás tomó desde el 7 de octubre del 2023, han sido suspendidas en múltiples ocasiones por la falta de acuerdos sobre lo que plantean ambas partes respecto a la retirada de las tropas israelíes del territorio palestino.
El panorama no ha cambiado mucho, en las últimas semanas, Israel ha mantenido los golpes contra Gaza con el fin de seguir eliminando a los líderes de Hamás que aún permanecen en la región. Pero tras las bajas de las grandes cabezas de la organización como Yahya Sinwar o Ismail Haniye, las células de la organización terrorista aún persisten y dejan clara su influencia en la zona.
Aunque, Según Sullivan, estas acciones han debilitado la capacidad operativa del grupo, por lo que Netanyahu podría negociar con más tranquilidad la retirada de sus tropas de Gaza para entablar nuevos acuerdos. “Israel es más fuerte e Irán es más débil, Hamás está reducido”, añadió, dejando claro que la preocupación no es solo por Hamás, sino por sus aliados en Medio Oriente.
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Ese 7 de octubre fueron secuestradas en total 251 personas en la ofensiva que tuvo lugar en el sur de Israel. De estos rehenes, al menos 96 siguen en cautiverio, otros han sido liberados y al menos 34 han muerto bajo la vigilancia de Hamás.
Ese día cerca de 1.200 israelíes murieron, lo que desencadenó la respuesta de las Fuerzas de Defensa, una ofensiva que ya lleva más de un año y en la que han muerto cerca de 45.000 civiles palestinos.
La reacción de Israel ha sido señalada como desproporcionada tanto por la comunidad internacional como por la misma ONU. A raíz de esto, la Corte Penal Internacional ha solicitado la detención de Netanyahu por crímenes contra la humanidad, pero este se niega a reconocer la legitimidad de la CPI ni a acatar los fallos de la ONU.
Según detalles del acuerdo compartido en el pasado, Hamás pedía que todo ataque entre Israel y Hamás deberá cesar y el Estado de Israel tendrá que retirar sus tropas hacia el este de la Franja de Gaza, lejos de las áreas más densamente pobladas.
Así mismo, pidió el retiro de aviones y drones israelíes sobre palestina, durante al menos 10 horas al día y 12 si se trata de un día en el que se lleve a cabo la liberación de rehenes.
Por su parte, Hamás se compromete a liberar gradualmente a los 33 presos, “vivos o muertos”, punto que ha sido de especial controversia y que llevó a Netanyahu a rechazar los acuerdos. Además, por cada civil liberado, Hamás espera que Israel libere a 30 palestinos detenidos.
La retirada de las tropas de Israel en Palestina seguramente será uno de los puntos más álgidos en la negociación, puesto que Netanyahu sostiene que de retirar a las FDI, Hamás podría rearmarse y volver a atacar tal y como lo hizo en 2023.
