En una especie de juego de espías entre dos estados, en el que la desconfianza reina de un lado y de otro las alianzas, Rusia sufrió ayer un fuerte golpe por una acción diplomática sincronizada: 21 países aliados al Reino Unido, entre ellos Estados Unidos, expulsaron 114 diplomáticos rusos, varios de ellos acusados de espionaje.
Esta jugada, al mejor estilo de la Guerra Fría, fue calificada por expertos como maestra y sin precedentes, y es la respuesta al envenenamiento del espía Sergei Skripal en suelo inglés el pasado 4 de marzo. Aunque se trata de cerrar un cerco diplomático para ejercer presión y que Rusia reconozca el hecho, no deja de ser simbólico contra ese país porque sigue sin tocar los intereses financieros del Kremlin.
Pero más allá del asunto del espía, la expulsión de los diplomáticos es analizada el profesor de Política Internacional de American University of Washington, Emilio Viano, como un paso de factura de Occidente a Vladimir Putin por otras acciones que han generado el rechazo de la comunidad mundial.
Viano expresó a EL COLOMBIANO, que aunque las acciones efectivamente tuvieron por excusa el episodio del envenenamiento, señaló que las acciones de ayer no se debieron solo a eso. “Esta reacción no se dio sólo por el ataque químico. Rusia, y esto no es un secreto para nadie, ha sido acusada de diferentes acciones en el plano internacional, especialmente en las acciones de ese país en Siria y en Ucrania”, dijo.
Sincronización mundial
Lo que llama la atención en la masiva expulsión diplomática no es que EE. UU., la mayor potencia de occidente, tomara la decisión de sancionar al Kremlin con la cuota de 60 funcionarios rusos que deberán abandonar territorio norteamericano en dos semanas, y el cierre del consulado de ese país en Seattle (que se deberá hacer efectivo el primero de abril), sino porque fue una acción internacional sincronizada, al parecer acordada.
Para Viano, el conocer las sanciones de forma simultánea, encabezadas por Reino Unido, seguidas por Canadá y la suma de otros 14 naciones europeos, envía un mensaje muy poderoso a Rusia: podrían llegar más sanciones.
Al respecto Emersson Forigua, experto en política exterior norteamericana, insiste en que el despliegue diplomático de los 21 países mostró un endurecimiento por parte de Occidente frente a Rusia, que comenzaría a cerrarle otras puertas. Así mismo, señaló que esto evidencia “un trabajo más estrecho entre los norteamericanos y sus socios de la Otan. No solo con el Reino Unido sino también con Francia, Alemania y Polonia”.
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, señaló que estas eran medidas para demostrar la solidaridad con el Reino Unido, “y para imponer consecuencias a Rusia por sus constantes violaciones de las normas internacionales”.
Pese a las sanciones de los otras naciones, Rusia sigue manteniendo una férrea posición: aseguran no tener nada que ver con el caso del espía, sin embargo, aseveró que es un gesto provocador que no se quedará sin respuesta.
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de los 60 diplomáticos que expulsó el gobierno de Estados Unidos trabajaban en las Naciones Unidas.