Mientras Australia vive la peor ola de calor de su historia, con las temperaturas más altas de las que se tenga registro en ese país (hasta 49 grados centígrados), una situación similar podría vivir América del Sur entre enero y marzo de 2020.
Así lo advirtió la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entidad que emitió un documento dirigido a los gobiernos, agencias de meteorología y sector salud de los países de la región, señalando que “las predicciones indican que durante este verano austral se esperan olas de calor que pueden aumentar el malestar, reducir la disponibilidad de agua y contribuir al incremento del riesgo de incendios forestales y pérdida de cultivos”.
Instando a los gobiernos a preparar planes de contingencia para proteger a sus ciudadanos, la OPS añadió que “se ha observado un aumento en la frecuencia, duración y magnitud de las olas de calor. El número de personas expuestas a este fenómeno entre los años 2000 y 2016 aumentó en alrededor de 125 millones”.
Y es que de acuerdo con el organismo, 2019 cierra una década de temperaturas cálidas extremas, con 24 países en América, incluyendo Colombia, que han emitido alertas por olas de calor. De acuerdo con Ciro Ugarte, director del Departamento de Emergencias en Salud de la OPS, “los fenómenos más severos afectaron a Brasil en 2010 y Argentina en 2013 y 2014, causando 737 y 1.843 muertes respectivamente”.
El experto añadió que “las olas de calor se hicieron más intensas, largas y frecuentes desde 2016” y que “tomando en cuenta la evolución de este fenómeno en el mundo y siguiendo las predicciones del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, la posibilidad de que las olas de calor de mayor magnitud ocurran en Suramérica es alta y los países deberían estar preparados para prevenir situaciones de alta mortalidad”.