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Los niños se volvieron objetivo de guerra entre Hamás e Israel

El conflicto que se vive en Medio Oriente no ha discriminado los niños. En Palestina, según datos oficiales, han muerto 447 niños. De Israel aún no hay un censo.

  • Jamal Al Masri logró sacar a su hijo de las ruinas en las que quedó su vivienda luego del ataque con bombas lanzadas desde Israel en represalia de ese país por el ataque indiscriminado de Hamás. FOTO getty
    Jamal Al Masri logró sacar a su hijo de las ruinas en las que quedó su vivienda luego del ataque con bombas lanzadas desde Israel en represalia de ese país por el ataque indiscriminado de Hamás. FOTO getty
Los niños se volvieron objetivo de guerra entre Hamás e Israel
12 de octubre de 2023
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Los rastros de sangre y los juguetes dispersos y rotos por las balas, son los testigos silenciosos de una escena brutal. Al lado, una cuna ensangrentada narra parte del ataque desmedido, y en las paredes blancas los rastros del plomo negro de tiros disparados de cerca evidencian que en esa vivienda de la comunidad agrícola (llamada kibutz) Kfar Aza, los combatientes de Hamás dispararon sin compasión contra todo lo que oliera a los israelíes.

Escenas como esta se repitieron por todo el kibutz. Cuando las fuerzas de seguridad de Israel llegaron a la comunidad, se encontraron con que los extremistas de Hamás asesinaron a 40 bebés y a sus familias. Las imágenes recuerdan la escena bíblica conocida como la “Matanza de los Inocentes” cuando Herodes el Grande, en un ataque de furia al saber que Jesús había nacido, ordenó asesinar a todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores.

Lea también: EE. UU. rechaza posición de Petro sobre conflicto entre Palestina e Israel

Para confirmar la matanza de los pequeños, la oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hizo públicas algunas fotografías de bebés asesinados por Hamás, algunos calcinados y otros con las marcas de las armas usadas en su asesinato en la ofensiva del grupo extremista.

“Son fotografías horripilantes de bebés asesinados y quemados por los monstruos de Hamás. Es inhumano”, expresó Benjamin Netanyahu.

La denuncia del primer ministro israelí es similar a la de otros funcionarios que buscan recuperar los cuerpos de las personas asesinadas. Uno de ellos, integrante de ZAKA, grupo encargado de recuperar los cadáveres, le dijo a EFE que el mismo tomó cuerpos de bebés de un mes, dos meses, de niños quemados, de niños que cuando los tomé de las manos aún estaban ardiendo”, y agregó que supo de casos de “personas que fueron torturadas, violadas y quemadas vivas”.

En esa búsqueda, una de las escenas más desgarradoras fue narrada por Yossi Landau, el jefe de ZAKA en el área sur de Israel, cuando contó que halló “una señora embarazada en el suelo de su casa, con el estómago totalmente abierto, un feto conectado al cordón umbilical, apuñalado con un cuchillo, y la madre con un disparo en la cabeza”.

En su visita a ese país este jueves, Netanyahu le mostró al jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, las imágenes desgarradoras de los bebés y niños asesinados.

El mundo está viendo nuevas pruebas de la perversidad y la inhumanidad de Hamás (...), dirigidas contra bebés, niños, jóvenes adultos, ancianos, personas discapacitadas”, expresó Blinken.

¿Qué pasó papá?

Jamal Al Masri apenas tuvo tiempo de sacudirse la tierra de encima cuando sintió el silbido y vio la estela de luz y humo que dejan las bombas y corrió a esconderse.

Minutos después, y aún aturdido por las explosiones, este hombre palestino corrió hasta su casa y con sus manos escarbó para rescatar a su hijo de los escombros que tumbaron las bombas lanzadas desde Israel hacia Gaza, donde viven los palestinos, en represalia por los ataques de Hamás el pasado sábado.

“Papá, ¿dónde están mamá y mis hermanos?”, fue la primera pregunta de su hijo, con el cuerpo cubierto de polvo y sangre y con una herida en la sien. Jamal no tiene respuesta. Trata de asimilar la destrucción que le rodea.

“Estábamos durmiendo y, de repente, todo el barrio quedó bajo las bombas del ocupante. Destruyeron mi casa”, cuenta a la AFP. “La de mi hermano, la de mis padres y las casas de varios vecinos también...”, añade Al Masri, aún conmocionado.

A tientas, y en medio de la oscuridad tras el corte del flujo eléctrico desde Israel, Al Masri corre hacia lo que antes era su vivienda y se encuentra con otra de sus hijas. “¿Qué ha pasado, papá? ¿Esto nos está pasando de verdad?”, lo interrumpe su hija. “Todo irá bien”, le responde. “Vamos a quedarnos aquí, no nos iremos de Gaza”, asegura, pese a que a su alrededor los edificios derrumbados son un paisaje apocalíptico y gris.

La imagen de los padres palestinos cargando a sus hijos muertos o heridos por las bombas caídas del cielo, se han repetido una y otra vez. Una de ellas, que le ha dado la vuelta al mundo: muestra a un padre correr con su hija muerta en brazos. No pudo salvarla, y llora desconsolado.

Y en el hospital al Shifa, el más grande de Gaza, el caos es el rey y señor de los pasillos atestados de enfermos, muertos y heridos. Allí también están los niños palestinos, paralizados con los ojos desorbitados. Cuenta AFP que un enfermero deja a uno de los menores al cuidado de un médico y pregunta, a gritos: “¿Alguien conoce a este niño?”.

Pero la muerte no es la única que hace ronda entre Israel y Palestina. Los reporteros que se encuentran en la zona registran los secuestros de niños por parte de Hamás y que son llevados solos o con sus padres a la Franja de Gaza; o del lado contrario, los militares israelíes que se llevan presos a los niños palestinos y son maltratados en las prisiones de las cuales solo pueden salir si firman una confesión de que les tiraron piedras.

Inocentes fuera de la guerra

Aunque Israel y Hamás se han señalado mutuamente de las brutalidades cometidas contra los menores de edad inmersos en esta confrontación sin pedirlo y sin quererlo, ninguno de los dos ha mostrado su interés por respetar las normas humanitarias de la guerra.

Las ofensivas lanzadas desde ambos bandos han causado graves lesiones en los niños, aún por cuantificar. Del lado de Israel, los bombardeos hacia Gaza han causado lesiones y traumas que hoy por hoy los médicos no pueden atender ante el bloqueo israelí que sumió a toda la ciudad en las tinieblas, los dejó sin agua y bloqueó la entrada de alimentos; y del lado de Hamás, los ataques indiscriminados asesinando a bebés y el lanzamiento de los misiles también ha causado un gran daño, pues han caído sobre viviendas en las que habitan familias ajenas a la guerra.

Ambos echaron al traste el artículo 77 de los Convenios de Ginebra de 1977, en el que se deja claro que en caso de cualquier confrontación, “los niños serán objeto de un respeto especial y serán protegidos contra toda forma de atentado al pudor”; y este artículo, que trata de humanizar esta y cualquier otra confrontación armada en el mundo, agrega que las partes deben proporcionar a los niños “el cuidado y la ayuda que necesitan”.

Con este panorama, la Ong Save The Children solicitó un alto el fuego inmediato “para evitar una nueva escalada que ponga en peligro a la infancia y la adolescencia. Todas las partes deben hacer todo lo posible para protegerlos y respetar el Derecho Internacional Humanitario”.

Sin datos oficiales, la entidad indicó que “a medida que se intensifica la violencia en Israel y Gaza, el número de niños y niñas en situación de riesgo se dispara. Hasta ahora han muerto al menos 1.200 israelíes y 950 palestinos, entre ellos 260 niños y niñas en Gaza. De momento no se ha confirmado el número de niños o niñas muertos en Israel”.

Save The Children hizo un llamado a ambas partes para que tengan en cuenta que los niños no son objetivos de guerra, por esto “deben evitar el uso de armas explosivas de gran alcance en zonas pobladas y garantizar que no se ataquen infraestructuras civiles”.

Llamado a la proporcionalidad

Mientras el mundo sigue en vivo el desarrollo de esta guerra entre Israel y Hamás, en la tarde de este jueves Human Right Watch verificó que Israel sí disparó fósforo blanco sobre Gaza, un elemento prohibido por las normas internacionales debido a las lesiones que causa a corto y mediano plazo.

Entre tanto, miembros del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, hicieron un llamado a Israel para que en uso de su defensa, lo haga dentro de los parámetros de la proporcionalidad, y le recordó a ese país que los aliados respaldaron su posición, pero le expresaron que no debería agravar más la situación con Hamás.

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