Brasil y Nicaragua tomaron drásticas medidas que siguen aumentando las tensiones diplomáticas entre ambos países. El gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua en Brasilia, Fulvia Patricia Castro, en respuesta a la decisión de su homólogo nicaragüense Daniel Ortega tras expulsar al representante brasileño en Managua, dijo este jueves una fuente diplomática a la AFP.
La molestia de Nicaragua se hizo sentir por el desplante del embajador brasileño Breno de Souza a la celebración del aniversario 45 de la Revolución Sandinista, que tiene lugar el 19 de julio.
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Este evento conmemora el día en que las fuerzas sandinistas, bajo el liderazgo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), lograron derrocar al régimen de Anastasio Somoza en 1979; sin embargo, la ausencia del embajador brasileño generó “descontento” en el gobierno nicaragüense, que pidió la salida del diplomático.
Ante esta decisión, el gobierno del presidente Lula da Silva respondió con la misma medida y expulsó a la funcionaria de Nicaragua, Castro. Según contó una fuente anónima a Reuters, la funcionaria deberá abandonar el país sudamericano a más tardar este jueves.
Las relaciones de ambos gobiernos se enfriaron en los últimos meses. Las diferencias ideológicas entre los gobiernos de Brasil y Nicaragua se hicieron notar luego de sus posiciones frente a la situación de las controvertidas elecciones presidenciales de Venezuela, en medio de acusaciones de fraude en los comicios celebrados el pasado 28 de julio por parte de la oposición liderada por Maria Corina Machado.
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Ortega, en el poder desde 2007, reconoció el resultado electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela que dio como presidente reelecto a Nicolás Maduro, situación que ha desatado multitudinarias protestas por parte de los ciudadanos en ese país, quienes exigen el reconteo transparente de los votos.
Sin embargo, Brasil, aunque no cuestionó la legitimidad de Maduro, exigió la publicación de las actas oficiales del recuento.
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Por su parte, Perú, Argentina, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Panamá reconocieron al opositor Edmundo González como el nuevo mandatario de los venezolanos.
Además, Lula, uno de los líderes de la izquierda latinoamericana, ha sido crítico de la persecución religiosa que se libra bajo el régimen de Ortega, lo que ha contribuido aún más al enfriamiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
