La muerte de Susan McGowan, una enfermera de 58 años de North Lanarkshire, en Reino Unido, suscitó inquietudes al vincularse su caso con el uso de tirzepatida, conocida bajo la marca Mounjaro, que pertenece a la misma familia de Ozempic y Wegovy, un grupo de medicamentos para bajar de peso, también llamados agonistas del receptor GLP-1, que actúan haciendo que el paciente se sienta más lleno durante más tiempo.
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En 2023, la tirzepatida fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el control crónico del peso en adultos con obesidad o sobrepeso y con al menos una afección relacionada como presión arterial alta, diabetes tipo 2 o colesterol alto. Después de esto, el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, lo aprobó para la pérdida de peso. Próximamente llegará a Colombia.
La historia de McGowan con la inyección Mounjaro comienza luego de varios intentos de perder peso y no conseguirlo. La aparición de nuevas vacunas para bajar de peso le parecía que ofrecían mejores posibilidades de éxito (los ensayos clínicos de Mounjaro aseguran que las personas que lo han usado, acompañado de actividad física y dieta, han bajado hasta 25 libras).
McGowan, después de investigar sobre Mounjaro y buscar asesoramiento médico, compró una receta a través de una farmacia en línea registrada. El medicamento suele costar entre 150 y 200 euros ($920.000 COP aproximadamente) por un suministro de cuatro semanas y se puede comprar en cualquier farmacia registrada en el Reino Unido.
McGowan recibió dos dosis bajas del fármaco Mounjaro en un lapso de dos semanas antes de su fallecimiento el 4 de septiembre. Luego de su segunda dosis, la mujer comenzó a experimentar fuertes dolores de etómago y náuseas, por lo que fue a urgencias en el Hospital Universitario Monklands en Airdrie, en el que trabajó, y donde sus colegas lucharon por salvarle la vida.
Su certificado de defunción, según conoció el diario británico BBC, describía insuficiencia multiorgánica, shock séptico y pancreatitis como causas inmediatas, con la tirzepatida en la lista como factor contribuyente. Se cree que este es el primer deceso oficialmente relacionado con el medicamento en el país.
Sin embargo, algunos especialistas consideran que aunque la mujer haya desarrollado pancreatitis y demás complicaciones, no necesariamente ocurrieron específicamente por el medicamento. “Los medicamentos análogos del GLP-1 pueden producir eventos gastrointestinales, entre ellos, la pancreatitis. Pero esa no es la única causa de esta enfermedad, también lo es la obesidad, cálculos renales, consumo de alcohol, entre otros, así que es una enfermedad común”, aseguró para EL COLOMBIANO la médica internista María Clara Ortiz.
Su sobrina, Jade Campbell, estuvo presente en el momento de su fallecimiento y describió a McGowan como una persona alegre y generosa, sin antecedentes de problemas de salud significativos. Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, Susan McGowan tenía una enfermedad de base: la obesidad. Y de esta, se desligan otras enfermedades más, entre ellas, la pancreatitis.
“La conclusión que me deja el caso de Susan McGowan es que hay que recordarle a la gente que la obesidad cobra muchas muertes en el mundo y todas las complicaciones que se asocian a eso. Es una pandemia y un problema de salud pública que debemos tratar. Entre las complicaciones de la obesidad está la pancreatitis, además de los problemas a nivel de la vesícula que generan cálculos, que también se desliga de la obesidad y genera la enfermedad. Los medicamentos inyectados para adelgazar deben ser prescritos por un médico, a pesar de que estos se vendan de manera irresponsable en las farmacias”, aseguró para este diario Pedro Sánchez Márquez, médico internista endocrinólogo.
En Reino Unido, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) mantiene un sistema de monitoreo exhaustivo sobre estos medicamentos, recibiendo en los primeros meses de 2024 más de 200 informes sobre efectos secundarios, entre ellos 31 casos graves.
La Dra. Alison Cave, directora de seguridad de la MHRA, extendió sus condolencias a la familia de McGowan y aseguró que la tirzepatida, como cualquier medicamento nuevo, está bajo vigilancia estricta para identificar rápidamente cualquier problema de seguridad. Asimismo, la farmacéutica Lilly, fabricante de Mounjaro, afirmó su compromiso con la seguridad del paciente, recordando que el medicamento fue aprobado tras una evaluación rigurosa.
En paralelo, otro medicamento similar, la semaglutida, que también pertenece a los GLP-1, ha registrado 23 muertes sospechosas en el Reino Unido desde 2019. Sin embargo, estos fármacos han dado resultados muy positivos por los beneficios de pérdida de peso en los pacientes y esto compensa los riesgos de los efectos secundarios, asociados en la mayoría de pacientes. Además, el llamado es a que este tipo de medicamentos solo puedan usarse bajo prescripción médica, teniendo en cuenta que en Reino Unido es posible conseguirlos en farmacias sin ningún control.
Las inyecciones tienen, como todos los medicamentos, efectos secundarios como problemas gastrointestinales, dolor de cabeza, náuseas y otros que reportan los especialistas: “Pueden presentar diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, náuseas y deshidratación si consumen dosis inadecuadas”, explicó para este medio Luis Miguel Becerra, nutricionista clínico pediátrico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.
Según el portal médico Medscape, con el fármaco tirzepatida, específicamente en la marca reconocida Mounjaro (también existe la marca Zepbound), se han evidenciado efectos secundarios como vómito (en un 5-9 %), dispepsia (5-8 %), dolor abdominal (5-6 %), entre otros. Además, también se ha evidenciado la pancreatitis aguda, hemorrágica o necrotizante, que puede ser fatal o no fatal en pacientes tratados con ese medicamento.
Sin embargo, en las mismas precauciones del medicamento, se indica que si hay sospechas de pancreatitis en el paciente por síntomas como un dolor intenso en el estómago que no se alivia, con o sin vómitos, debe consultar de inmediato al médico y suspender el tratamiento.
Por otro lado, este tipo de medicamentos tienen contraindicaciones. Este no puede ser prescrito para personas con enfermedades de base como el cáncer medular de tiroides, la neoplasia endocrina múltiple y la pancreatitis idiopática a repetición.
“Este caso pudo haber sido una prescripción inadecuada, porque no aclaran los antecedentes de la paciente y en ese caso, se debe recordar que esto se debe usar de forma responsable en el paciente correcto, en la dosis correcta y en el momento correcto”, reflexionó el médico endocrinólogo Sánchez Márquez.
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La tirzepatida ha sido motivo de debate en el Reino Unido, donde el gobierno planea un estudio de cinco años con hasta 3.000 personas desempleadas, además de una evaluación de la NHS que incluirá a casi 250.000 individuos.
