El infierno de vida que ha padecido la sentenciada Melissa Lucio desde su adolescencia tuvo un instante de luz, cuando un tribunal estadounidense decidió suspender su pena de muerte, que debía cumplirse hoy.
El caso ha mantenido en vilo durante los últimos años a los defensores de DD.HH. de Estados Unidos, algunos de los cuales consideran que la mujer no mató a su hija de dos años, como afirma la Fiscalía, sino que se vio obligada a endilgarse esa responsabilidad bajo coacción policial.
Para entender la complejidad de este expediente, debemos comenzar por la adolescencia de Melissa Elizabeth Correa, hija de padres mexicanos que atravesaron la frontera y le dieron la vida en el estado de Texas, en 1968.
Los detalles de su biografía fueron narrados en un documental publicado en 2020, bajo el título The State Of Texas vs. Melissa. Su padre murió cuando era niña, fue abusada sexualmente por el padrastro y a los 16 años se casó con Guadalupe Lucio, de quien tomó el apellido. Era un traficante de drogas y alcohólico, que la golpeaba.
Con él tuvo cinco hijos, se volvió consumidora de estupefacientes y, tras ser abandonada, volvió a comprometerse con otro hombre, Robert Álvarez, con quien dio a luz a otros nueve hijos, para un total de 14 descendientes.
En medio de las penurias, maltratos y la escasez de recursos, otra tragedia ocurrió el 17 de febrero de 2007, en su casa de Harlingen, Texas. Allí murió una de sus hijas, Mariah Álvarez, de dos años.
La niña tenía moretones en distintas partes del cuerpo, que fueron atribuidos por la Fiscalía a una golpiza mortal. Melissa Lucio alegó fue un accidente y que la infante rodó por las escaleras.
Según su defensa, la madre fue sometida a un duro interrogatorio en la estación de policía, durante varias horas, sin un abogado y aguantando hambre, por lo que al final dijo: “Supongo que yo lo hice”.
La frase fue interpretada como una confesión y la mujer, que en ese entonces tenía 40 años y trabajaba como empleada doméstica, fue condenada a pena de muerte mediante inyección letal.
Luego de debates, audiencias y aplazamientos, la sentencia capital había sido fijada para este miércoles, pero 48 horas antes fue suspendida.