El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, llegó este miércoles a Egipto para participar en las conversaciones sobre un alto al fuego en Gaza, después de que Israel anunciara que estaba dispuesto a aceptar una nueva pausa a cambio de la liberación de rehenes.
Tras más de dos meses de guerra y ante la presión internacional, las dos partes parecen estar dispuestas a pactar una segunda tregua. La primera, que duró una semana, condujo a la liberación de 105 rehenes en manos de Hamás y de 240 palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Hamás gobierna en la Franja de Gaza desde 2007 y que está clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
Al frente de una delegación “de alto nivel”, Haniyeh se reunirá con el jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Abbas Kamel, y las discusiones se centrarán en “detener la agresión y la guerra, preparar un acuerdo sobre la liberación de prisioneros (palestinos) y poner fin al asedio impuesto a la Franja de Gaza”, explicó el martes a la AFP una fuente de Hamás.
En el encuentro, se tratarán “numerosas propuestas, incluida la de una tregua de una semana a cambio de que Hamás libere a 40 prisioneros israelíes”, dijo una fuente próxima a Hamás, aludiendo a los rehenes retenidos en Gaza.
Según otra fuente de la Yihad Islámica, un movimiento palestino aliado de Hamás, el jefe de esa organización, Ziad al Nakhala, también viajará a El Cairo la próxima semana.
Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, declaró el martes que su país está “listo para otra pausa humanitaria y ayuda humanitaria adicional para facilitar la liberación de rehenes”.
Israel prometió destruir Hamás después de que el movimiento palestino atacara Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.140 personas, la mayoría civiles, según un recuento basado en las últimas cifras oficiales israelíes.
Unas 250 personas fueron tomadas como rehenes en el ataque, 129 de las cuales siguen en Gaza, según las autoridades israelíes.
En el territorio palestino, 19.667 personas –en su mayoría mujeres, niños y adolescentes– murieron por los bombardeos israelíes, según las últimas cifras del Ministerio de Salud de Hamás.
Así van las negociaciones
Según el portal de noticias Axios, el jefe del servicio israelí de inteligencia Mosad, David Barnea, se reunió en Europa con el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, y el director de la CIA, Bill Burns, para discutir un posible acuerdo de liberación de rehenes.
Axios reportó también que Israel ofreció detener los combates en Gaza por al menos una semana a cambio de más de una treintena de rehenes en manos de Hamás. Catar, con apoyo de Egipto y Estados Unidos, ayudó a negociar la tregua de una semana de noviembre.
Las negociaciones también continuarán en la ONU. Desde el lunes, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de adoptar una resolución para acelerar el envío de ayuda humanitaria a Gaza.
La votación se ha aplazado dos veces y los miembros del Consejo buscan la fórmula adecuada para evitar el veto de Estados Unidos, principal aliado de Israel. El texto, que inicialmente pedía un “cese urgente y duradero de las hostilidades” en Gaza, se refiere ahora a una “suspensión” de los combates.
Crisis humanitaria
Mientras tanto, Israel sigue bombardeando Gaza. Fuentes de Hamás indicaron que al menos 11 personas murieron en bombardeos nocturnos en Rafah, Jan Yunis (sur), Deir el Balah (centro) y en el norte de la ciudad de Gaza.
“Nos despertó una enorme explosión”, contó Samar Abu Luli, una residente del campo de refugiados de Shabura, en Rafah. “Logramos escapar de milagro [...]. ¿Pero adónde ir? No hay ningún lugar, ninguna escuela, ninguna mezquita ni clínica ni ningún hospital. Todo fue destruido”, agregó.
El ejército de Israel indicó el martes que intensificó sus operaciones en Jan Yunis y anunció el deceso de un soldado, con lo que el balance de militares israelíes muertos desde que empezó su ofensiva terrestre, el 27 de octubre, asciende a 133.
Bajo el asedio total de Israel desde el 9 de octubre, el territorio palestino se enfrenta a una profunda crisis humanitaria: la mayoría de sus hospitales están fuera de servicio y el 85 % de su población, es decir, 1,9 millones de personas, ha huido de la destrucción en el norte del enclave para refugiarse en el sur.
Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, la mitad de la población padece hambre extrema o grave.
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