El presidente Joe Biden, solicitó el pasado 8 de mayo que se congelara la entrega de armas por parte de Estados Unidos a Israel, esto por considerar que la fuerza ejercida por el Ejército israelí estaba siendo desproporcionada con la población civil.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, general Lloyd Austin, dijo que el país norteamericano congeló el envío de 1.800 bombas de unos 907 kilos y 1.700 bombas de unos 225 kilos a Israel por temor a una nueva ofensiva militar contra la ciudad de Rafah.
A pesar de esto, al gobierno israelí parece no importarle la postura de Biden, pues en la mañana de este viernes, el gabinete de seguridad de Israel aprobó la ampliación de la operación de Rafah. “Se dijo a los ministros: la operación aún es limitada”, así lo informó el periodista Amichai Stein, corresponsal en Israel.
El gobierno estadounidense admitió también que las autoridades israelíes quieren llevar a cabo una gran operación militar dirigida por Benjamín Netanyahu, que lleva semanas amenazando con esa posibilidad. Por lo tanto, consideran fundamental retener el envío de las bombas.
“Han muerto civiles en Gaza como consecuencia de esas bombas” y eso “está mal”, dijo Biden en una entrevista con CNN, mientras cuestionaba la posición de Estados Unidos como aliado de Israel.
Israel, por su parte, lamentó la posición de Estados Unidos y el primer ministro de este país, Benjamin Netanyahu, afirmó que continuaría a pesar de esto. “Si tenemos que quedarnos solos, nos quedaremos solos”.
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El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que Estados Unidos está muy preocupado por los planes de Israel de entrar en Rafah, donde más de un millón de palestinos se han refugiado durante la guerra. Y anunció en declaraciones hechas, el 8 de mayo, que están considerando la posibilidad de mantener congelado el suministro de armas a Israel.
Ante esto también reaccionó el candidato a la presidencia, Donald Trump, quien acusó a Biden de estar apoyando al grupo extremista Hamás. Durante su gobierno, Trump nunca cuestionó el actuar de Israel sobre la franja de Gaza y el pueblo palestino.
Las relaciones entre Israel y Estados Unidos se pusieron más tensas luego de que comenzaran los bombardeos a Rafah y el Ejército israelí se tomara el cruce fronterizo entre Gaza y Egipto, pues bloquearon por casi un día el paso de ayuda humanitaria.
Aunque han habido intentos para negociar un cese al fuego y una posible paz, Israel se rehusa a abandonar definitivamente el territorio palestino pues temen que miembros de Hamás puedan planear un nuevo ataque como el que llevaron a cabo el pasado 7 de octubre del 2023.
Durante dicho ataque, 1.200 israelíes murieron y 200 más fueron tomados como rehenes. Lo que desencadenó el duro enfrentamiento que se vive hoy y en el que cerca de 30.000 palestinos han perdido la vida.
Las negociaciones se han mantenido a pesar de los ataques entre ambas fuerzas, sin embargo, parece ser lejana la posibilidad de un acuerdo entre las partes. Mientras Palestina espera tener libertad en sus fronteras y que se levante el cerco impuesto por Israel, Israel espera seguir manteniendo control en los pasos fronterizos de Gaza, pues desconfía de estos y teme que puedan seguir armándose.
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