La familia de una mujer negra asesinada a tiros en su casa por un agente de policía en el estado de Illinois llegó a un acuerdo de 10 millones de dólares con el departamento del sheriff local y la junta del condado donde ocurrió el incidente.
Sonya Massey, de 36 años y madre de dos hijos, fue abatida por un agente en julio de 2024 en un caso que atrajo la atención nacional y llevó al entonces presidente Joe Biden a decir que la mujer “hoy debería estar viva”.
Le puede interesar: Despidos en agencia federal de EE. UU. por millonarios pagos a “hoteles de lujo” para migrantes en Nueva York
La Junta del Condado de Sangamon aprobó un acuerdo para indemnizar con 10 millones de dólares a los herederos de Massey en una reunión celebrada el martes.
El abogado de derechos civiles Ben Crump, que representó a familias de otras víctimas negras afectadas por la violencia policial, celebró el acuerdo, al calificarlo como “un primer paso para lograr justicia total” para Massey.
La mujer, que había recibido en el pasado tratamiento por problemas de salud mental, llamó a la línea de emergencias 911 para informar que había un posible intruso en su casa.
Dos agentes acudieron al lugar después de la medianoche. Las imágenes de la cámara corporal de la policía mostraron a Massey hablando con los uniformados y revisando su bolso después de que le pidieran su identificación.
El agente Sean Grayson le pidió entonces que retirara una olla de agua hirviendo del fogón. Cuando Grayson regresó a la sala de estar, Massey le preguntó por qué, y él respondió con una risa: “Lejos de tu agua caliente y humeante”.
Massey, que sostenía la olla, respondió con calma: “Oh, te regaño en nombre de Jesús” ante lo cual el agente sacó su arma y le dijo “será mejor que no lo hagas, maldita sea. Te juro por Dios que te dispararé en la cara”.
