Al parecer, la madre padecía de trastornos mentales, según comentó el esposo de la mujer.
Un estremecedor crimen se conoció en Estados Unidos luego de que una madre disparara contra sus cuatro hijas antes de quitarse la vida en un pequeño pueblo de Wyoming. Tres de las menores fallecieron en la escena, mientras que la cuarta se encuentra en estado crítico.
El hecho ocurrió el lunes en la tarde, cuando la mujer, de 32 años, realizó una llamada al 911 para informar que había disparado a sus propias hijas y que planeaba suicidarse.
Aunque el operador intentó mantenerla en la línea, la comunicación se cortó. Minutos después, agentes del condado de Big Horn llegaron a la vivienda y encontraron la aterradora escena.
Dos de las menores, ambas de dos años de edad, fueron halladas sin vida en sus camas, al igual que su hermana de nueve años. Otra niña, de siete años, aún respiraba y fue trasladada de urgencia a un hospital, donde permanece en coma inducido.
La madre identificada como Tranyelle Harshman, quien también se disparó, fue encontrada con una herida en la cabeza. Las autoridades locales no precisaron su estado.
Le puede interesar: “Nos tratan como narcotraficantes, como ladrones”: hombre deportado de Panamá tras cruzar el Darién
El padre de las niñas, Cliff Harshman, expresó su devastación tras la tragedia y reveló que su esposa sufría de depresión posparto y trastorno de estrés postraumático desde hacía al menos cinco años.
En declaraciones a medios locales, aseguró estar “muy enojado” pero también “destruido emocionalmente”.
El hombre sostuvo que la mujer era una “madre increíble” y amaba a sus hijas. “La gente no entiende que las enfermedades mentales no son solo una cuestión de fuerza de voluntad, sino desequilibrios químicos en el cerebro”, afirmó Harshman.
Lea aquí: Estas son las imágenes de los primeros migrantes enviados por EE. UU. a la cárcel de Guantánamo
El hombre, que perdió a dos de sus hijas y a una de sus hijastras en un solo día, ahora mantiene la esperanza de que Olivia, la única sobreviviente, pueda salir adelante. “No hay un manual ni una estrategia. Hay muy pocas personas que han pasado por esto”, confesó.
Las autoridades continúan con la investigación del caso en medio del impacto que ha generado el triple asesinato en Byron, una comunidad de apenas 600 habitantes, al sur de la frontera de Montana.
