La intensidad de los ataques de Israel ha dejado por lo menos unos 9.000 muertos, entre ellos 3.760 niños, lo que ha provocado que desde distintos escenarios comiencen a cuestionar la respuesta desproporcionada al ataque terrorista de Hamás, pues los civiles y especialmente los niños están siendo las principales víctimas.
Israel impuso, además, un asedio total al territorio, apenas flexibilizado en los últimos días para encaminar algunas provisiones a una población privada de agua, comida, medicamentos y electricidad. La situación “en el terreno en Gaza es indescriptible”, alertó el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El Ministerio de Salud del enclave afirmó que al menos 27 personas murieron cerca de una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Jabaliya, el mayor de Gaza, que también fue bombardeado el martes y el miércoles. La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) señaló que cuatro de sus escuelas que albergaban a unos 20.000 desplazados quedaron dañadas por los ataques.
Esta guerra es la peor
El paso de Rafah, única salida de la Franja que no está controlada por Israel, abrió este jueves por segundo día y un centenar de extranjeros, en muchos casos con doble nacionalidad, pudieron salir hacia Egipto.
El miércoles fueron más de 400, entre heridos y extranjeros. “Esta guerra es la peor que jamás haya visto el pueblo palestino”, declaró a la AFP Shams Shaath, una adolescente con pasaporte estadounidense que esperaba salir por Rafah.
En total, unas 400 personas estaban inscritas para partir durante la jornada y Egipto afirmó que se preparaba para acoger hasta “7.000” extranjeros de “más de 60” nacionalidades.
Expertos independientes de Naciones Unidas alertaron el jueves que los palestinos enfrentan un “grave riesgo de genocidio” en Gaza. “Ahora es el momento de actuar. Los aliados de Israel también cargan con una responsabilidad y deben actuar ahora para impedir ese desastroso camino”, agregaron.
Llamado a un cese temporal
Y mientras la guerra se intensifica, el presidente de EE.UU, Joe Biden, llamó a una pausa humanitaria en el conflicto que podría involucrar un cese de hostilidades “temporal, localizado”.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, aclaró a la prensa lo que una pausa como la mencionada podría involucrar. “Una pausa humanitaria (...) es temporal, localizada y enfocada, enfocada en un objetivo particular u objetivos, entrada de ayuda humanitaria, salida de personas”, indicó Kirby.
Biden ha prometido su apoyo total y aumentar la ayuda militar a Israel para sus golpes retaliatorios en Gaza, pero en un notable cambio de tono también ha manifestado empatía por el sufrimiento de los palestinos.
Las declaraciones de la Casa Blanca se dan cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, emprende un nuevo viaje a Israel y a Jordania para buscar “medidas concretas” para minimizar el daño a civiles en Gaza.
“Vamos a hablar sobre medidas concretas que pueden y deben tomarse para minimizar el daño a los hombres, mujeres y niños de Gaza”, declaró Blinken en la Base Andrews de la Fuerza Aérea. Si bien resaltó que Estados Unidos cree que Israel tiene “el derecho y la obligación de defenderse” de Hamás, consideró que deben evitarse más bajas de civiles en Gaza.
“Cuando veo a un niño palestino -un niño o una niña sacado de los escombros de un edificio derrumbado- eso me golpea en el estómago tanto como ver a un niño en Israel o en cualquier otro lugar”, subrayó el jefe diplomático.