La censura, la persecución y el misterio impuestos por el gobierno de Rusia condicionaron a Alexéi Navalny hasta después de su muerte. Porque ahora la lucha de la familia del líder opositor de Vladímir Putin, fallecido el pasado viernes en prisión, donde se encontraba pagando una condena señalado de extremismo y fraude, parece ser por tratar de recuperar su cuerpo y conocer las verdaderas causas de su muerte.
Así el manto de interrogantes descubierto sobre su muerte desde que su madre señaló que este había sido asesinado parece seguir creciendo con el silencio del Gobierno ruso, según publicó Kira Yarmish, una colaboradora de confianza del líder opositor.
Según la propia Yarmish, la madre de Navalny, Liudmila Navalnaya, fue notificada de manera oficial que su hijo había muerto el 16 de febrero a las 14:17 hora local. Además, que el cuerpo había sido trasladado por investigadores del Comité de Investigación hasta la ciudad de Salejard, en donde se le practicaban los exámenes correspondientes.
Aunque se dijo que el cuerpo de Navalny, de 47 años, sería entregado de manera inmediata a los familiares, en el momento en que la madre y su abogado llegaron a la morgue de Salejard se encontraron con versiones encontradas sobre el paradero del cuerpo de Navalny.
En primera instancia un trabajador del lugar le dijo a la madre que el cadáver sí se encontraba allí, pero después al comunicarse a la línea telefónica de la morgue, otra persona había señalado que el cuerpo no se encontraba y que era la séptima persona que llamaba a preguntar.
Yarmish también dijo que los investigadores le informaron al abogado que el cadáver de Navalny sería sometido a un nuevo examen, cuyo resultado no sería entregado sino hasta la próxima semana.
Lo que para la portavoz del líder opositor no es más que una señal de que están mintiendo, quieren ocultar algo delicado y están haciendo todo lo posible para no entregar el cuerpo, con el fin de no dejar en descubierto el método que habrían usado para matarlo.
“Fue asesinado, no hay duda. Están siempre mintiendo, llevándonos en círculos y borrando sus huellas”, dijo Yarmish, a través de su cuenta de la red social X, ya que hace años también vive en el exilio.
Navalny, quien llevaba tres años en prisión, en el Servicio Penitenciario Federal del distrito autónomo ruso de Yamalia-Nenetsia, en la zona del Ártico, por orden del Gobierno de Putin, era sin duda la figura más importante de la oposición. Pero, su salud venía en decadencia debido a las condiciones de la prisión y a un envenenamiento del que fue víctima en 2020 y, posteriormente, a una huelga de hambre realizada en 2021.
Aún no ha sido divulgada información oficial de la muerte del activista ruso, de ahí que las múltiples versiones sobre las causas de su muerte causen más sospechas de un posible asesinato.
Ivan Zhdanov, otro colaborador cercano a Navalny, indicó que un trabajador de la prisión había dicho que el líder había fallecido por un “síndrome de muerte súbita”.
A lo que las autoridades se limitaron a señalar que el líder se había empezado a sentir mal después de un paseo habitual y que habían intentado todo lo posible para recuperarlo.
“El prisionero Navalny A.A. se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento”, indicó el servicio penitenciario en un comunicado de prensa.
En las últimas horas una nueva versión tomó fuerza, después de ser divulgada por el diario independiente Novaya Gazeta, el cual recoge la versión de un paramédico del sistema de ambulancias de la ciudad, que señaló que el cuerpo de Galvani tenía “hematomas por convulsiones”.
Según la publicación, el trabajador de la salud dijo que las marcas lucían como aquellas típicas que le salen a una persona que sufre de convulsiones y es sostenida por otras. La fuente, además indicó que el cuerpo tenía otro hematoma en el pecho, pero se podía deber a las maniobras de reanimación. Sin embargo, miembros de la Policía Federal rusa han dicho al abogado de Navalny que las causas de la muerte aún no se han determinado.
En diferentes ciudades de Rusia unas 400 personas han sido detenidas por participar en las protestas y concentraciones organizadas por la muerte de Navalny.
Los principales sitios de concentración han estado en ciudades como Novgorod, Veliki, Tomsk, Belgrado, Kursk, Tula, Novocherkask, Kranoyarsk, Ufa, San Petersburgo y el propio Moscú.
Una de las alertas la lanzó la ONG OVD - Info que anunció que su equipo de abogados ya estaba trabajando para ayudar a los detenidos en diferentes regiones del país.
En San Petersburgo los manifestantes se concentraron en la conocida Piedra Solovietski, monumento en honor a las víctimas de represión política, de donde fueron desalojados por las fuerzas de seguridad de la ciudad. Entre la lista de detenidos está, precisamente, uno de los fotoperiodistas de Novaya Gazeta, el diario que divulgó la versión de los hematomas en el cuerpo de Navalny.
Otro punto importante de concentración ha sido la plaza Lubianka, muy cerca de la sede del KGB, en donde se reportó la detención de al menos 50 manifestantes. Hasta allí, sin embargo, llegaron muchos ciudadanos a depositar flores en homenaje a Navalny en un improvisado muro de las lamentaciones y portando pancartas que llevaban las palabras “Vergüenza” y “Asesino”.
La muerte del líder opositor ha generado manifestaciones incluso fuera de Rusia. Ciudadanos de Alemania, Reino Unido, Turquía, Georgia, Francia, Portugal, Lituania y Armenia, entre otros países se han unido a los homenajes a Navalny, según reseñó la misma ONG OVD - Info.
La muerte de Navalny se da un poco más de un mes antes de una nueva jornada de elecciones presidenciales en Rusia, en las que se espera que el presidente Putin reafirme su poderío y dominio político. Putin, hasta ahora no ha dicho nada sobre la muerte de su más importante opositor.
Y justo horas después de conocerse la muerte de Navalny, su esposa, Yulia Navalnaya, intervino en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Allí, la también activista rusa, dijo con palabras entrecortadas que llevaba más de dos años sin ver a su marido.
“Me gustaría que Putin, todo su personal, todo su entorno, todo su gobierno, sus amigos, sepan que serán castigados por lo que han hecho a nuestro país, a mi familia y a mi marido. Ese día pronto llegará”, señaló Navalnaya, en medio de la mirada de importantes líderes mundiales, ratificando el fuerte espíritu de lucha que su marido siempre ponderó en público y por el que afirmaba que sin ella no hubiese podido seguir adelante en su batalla por tanto tiempo.
En sus redes sociales la pareja de Navalny publicó una foto en la que se ve a su marido besándole la frente, acompañado de un corto escrito: “Te quiero”. Lo que puede ser leído como respuesta directa a la que la mujer contó fue el último mensaje de su compañero desde prisión: “Siento que estás conmigo cada segundo”.
Ante los múltiples cuestionamientos y el precio político que la muerte de Navalny puede acarrear sobre Rusia y el gobierno de Putin, las autoridades oficiales salieron a descalificar la posible responsabilidad de un asesinato.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, por su parte, calificó de señalamientos infundados, los pronunciamientos de algunos sectores políticos mundiales, sin embargo en la propia Rusia y diferentes países miles de ciudadanos siguen manifestándose y exigiendo prontas y claras explicaciones.