En una alocusión cargada de tensión y fuertes declaraciones, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan lanzó serias acusaciones contra Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu y lo comparó, incluso, con Adolf Hitler.
Erdogan advirtió que Israel está convirtiendo la vida de la región en una “pesadilla” y que estos no parecen cansarse de destruir Palestina y Líbano.
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Si bien Turquía en el pasado había tenido una posición más cauta ante la situación, en esta ocasión, Erdogan no escatimó en palabras y afirmó: “Netanyahu, el Hitler de hoy, enfrentará la dura realidad de sus actos”.
En su discurso también criticó la presencia de Netanyahu en la ONU mientras enfrenta acusaciones de crímenes de guerra, tachando este hecho de “vergonzoso” y una “traición a la memoria” de las víctimas en Palestina.
Erdogan es un crítico ferviente de la ofensiva israelí, subrayó que Gaza se ha convertido en el “mayor cementerio de niños y mujeres del mundo”, instando a la comunidad internacional a actuar. “El Consejo de Seguridad de la ONU, ¿qué están esperando para impedir el genocidio en Gaza?”, cuestionó, recordando que “el mundo es más grande que cinco”, en referencia a los miembros permanentes del Consejo.
Mientras tanto, el rey Abdalá II de Jordania se unió al coro de voces críticas contra Israel, rechazando la idea de que su país pueda servir como una “patria alternativa” para los palestinos. “Nunca aceptaremos el desplazamiento forzado de los palestinos, que es un crimen de guerra”, y agregó que a Israel “se le ha permitido cruzar una línea roja tras otra, pero ahora la larga impunidad de Israel se está convirtiendo en su peor enemigo, y las consecuencias las vemos en todas partes”.
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Con esta retórica agresiva y un llamado a la acción, Erdogan y otros líderes de la región elevan el tono en el conflicto que sigue causando estragos, a la espera de una respuesta contundente de la comunidad internacional.
Mientras tanto, Israel prometió el jueves que seguirá combatiendo a Hezbolá “hasta la victoria” en Líbano y rechazó un llamado de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes para alcanzar un alto el fuego de 21 días.
Este es el cuarto día consecutivo en que el ejército israelí bombardea bastiones de Hezbolá en Líbano, mientras que el grupo islamista apoyado por Irán volvió a disparar proyectiles contra complejos militares israelíes.
Hasta ahora, los bombardeos israelíes han matado desde el lunes a más de 600 personas, incluyendo numerosos civiles, y forzado a 90.000 a abandonar sus hogares en Líbano, según la ONU. Entre ellas, más de 31.000 entraron en Siria, indicaron las autoridades libanesas.
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