El encarcelado opositor ruso Alexéi Navalny, del que su entorno no tenía noticias desde hacía casi tres semanas, fue trasladado a una colonia penitenciaria en la región remota de Jarp, en el Ártico ruso, a tres meses de las elecciones presidenciales.
“Hemos encontrado a Navalny. Está en la colonia penitenciaria número 3 de la localidad de Jarp”, afirmó Kira Yarmish en la red social X (antes Twitter), y añadió que el opositor “va bien” y que su abogado lo visitó este lunes.
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Navalny, carismático activista anticorrupción y enemigo jurado del presidente Vladímir Putin, purga una pena de 19 años de cárcel por “extremismo”. Fue detenido en enero de 2021 a su regreso a Rusia, tras recuperarse en Alemania de un envenenamiento que, según él, fue orquestado por el Kremlin.
El opositor, de 47 años, había desaparecido a principios de diciembre de la colonia penitenciaria de la región de Vladímir, a 250 km de Moscú, donde estaba hasta ahora detenido. Esto significaba que probablemente había sido trasladado.
La localidad de Jarp, de 5.000 habitantes, está situada en Yamalia-Nenetsia, una región remota del norte de Rusia. Se encuentra más allá del círculo polar ártico y alberga varias colonias penitenciarias.
Según uno de sus colaboradores más cercanos, Ivan Jdanov, es “una de las colonias más septentrionales y más alejadas” de Rusia. Las condiciones allí son “difíciles”, afirmó en X.
Decidieron “Aislar a Alexéi”
Según el veredicto por “extremismo” pronunciado en su contra, el opositor tiene que purgar su pena en una colonia de “régimen especial”, la categoría donde las condiciones de detención son más duras y que, normalmente, está destinada a los condenados a cadena perpetua o a los reclusos más peligrosos.
“Desde el principio, se vio claramente que las autoridades querían aislar a Alexéi, sobre todo antes de la elección” presidencial prevista en marzo de 2024, añadió Jdanov.
Los traslados de un centro u otro en Rusia pueden llevar varias semanas de viaje en tren, por etapas. Y el entorno de los detenidos no está informado durante ese plazo.
Esta falta de noticias sobre Navalny suscitó preocupación en varios países occidentales y en la ONU. Estados Unidos dijo estar “profundamente preocupado” y exigió una vez más la liberación del opositor.
El movimiento de Navalny ha sido metódicamente socavado por las autoridades rusas en estos últimos años, y muchos de sus colaboradores y aliados están en la cárcel o en el exilio.
Las autoridades iniciaron a principios de diciembre nuevas acciones judiciales por “vandalismo” contra el opositor, lo que podría acarrearle tres años más de detención.
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En este contexto, con la oposición bajo mínimos y la represión de cualquier voz crítica, Putin aspira sin problemas a un nuevo mandato de seis años al frente del país en los comicios presidenciales del próximo marzo.