La incertidumbre tiene en vilo a Estados Unidos. Mientras ambos candidatos, cada uno a su manera, se declaraban ganadores de la Presidencia, el demócrata Joe Biden se convertía ayer en el contendor más votado en la historia de ese país, superando los 69,49 millones de sufragios que obtuvo su copartidario Barack Obama en 2008. Aún así, por el sistema de elección indirecta, todavía no es el presidente y su rival, Donald Trump, podría repuntar.
Las elecciones se definirán con los votos electorales de cinco Estados que siguen con sus escrutinios. Los primeros son Arizona (11) y Nevada (6), que está girando hacia el Partido Demócrata. Si se confirma el triunfo de Biden en esos dos lugares, alcanzaría los electores que necesita para quedarse con la Casa Blanca.
En 2016 y 2012 los demócratas ganaron en Nevada. Entre tanto, en esos mismos años los republicanos se quedaron con Arizona.
Los segundos son Alaska (3), Carolina del Norte (15) y Georgia (16), que marcan una tendencia favorable a los republicanos; y Pensilvania (20), que puede ser tanto o más decisivo que en años anteriores y donde de momento, hay una estrecha ventaja para Donald Trump.
Con ese escenario, es momento de hacer cuentas. En disputa estaban 538 electores, de los que se necesitan mínimo 270 para llegar a la Casa Blanca. En el escenario en que ambos tengan 269 se declararía empate y sería la Cámara de Representantes la encargada de definir al ganador.
La noche del miércoles (86,8 % escrutado a las 7:00 p.m.) cerró con un Biden que punteaba con sus 253 votos electorales. Si este jueves se confirma su triunfo en Arizona y Nevada, que a último momento decidió finiquitar su escrutino hoy a las 10:00 a.m., el demócrata sumaría 270 electores y sería presidente electo.
En los otros Estados que el mandatario-candidato lidera parcialmente no hay una tendencia clara, porque el porcentaje de sufragios que faltan por contabilizarse son los votos que llegaron por correo postal y los demócratas son más proclives a participar a través de ese medio. El mismo Trump le dijo a sus seguidores republicanos en las últimas semanas que no acudieran a ese mecanismo.
En Carolina del Norte falta contar el 5 % de los tarjetones; en Georgia, el 6 %; y en Pensilvania, el 14 %.
Cada Estado tiene sus propias normas para los comicios y Pensilvania, “la joya de la corona en esta contienda”, como lo dice la directora de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la U. Externado, Paula Ruiz, tendrá en cuenta los sufragios que lleguen hasta el viernes. Por ese motivo los 20 electores que este representan siguen en disputa.
“Hay que tener cuidado con el llamado ‘espejismo azul’, que es leer anticipadamente los resultados de acuerdo a una tendencia y eso genera confusión. El mejor ejemplo de eso lo dio Texas, el martes en la noche la tendencia en redes era de gente comentando prematuramente que habían ganado los demócratas, pero el resultado dio por ganador a Trump. “El voto por correo puede dar sorpresas”, puntualizó.
En eso concuerda Alejandro Velasco, profesor de la U. de Nueva York, quien dijo que si bien “hay una muy pequeña ventaja hacia Biden”, el resultado de Pensilvania “es más preocupante para él porque el margen hasta ahora es bastante grande a favor de Trump”.
Por eso, concluye que “es muy probable que un resultado definitivo solo lo veamos hasta este viernes o, incluso, que ocurra un escenario como en 2000, cuando solo hasta diciembre conocimos al ganador”.