Una noticia importante le dio Joe Biden a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. Washington va a enviar a Kiev un nuevo paquete de ayuda militar, valorado en 425 millones de dólares, con el objetivo de fortalecer la defensa ucraniana en su guerra contra Rusia.
La Casa Blanca detalló que esta asistencia incluirá interceptores de defensa aérea, tal y como los que tiene Israel en su sistema de defensa. Además de esto, le enviará artillería adicional, municiones y vehículos blindados. Según el comunicado, la ayuda militar busca “satisfacer las necesidades urgentes de Ucrania” en su lucha contra la invasión rusa.
El anuncio llega justo cuando el presidente Zelenski presentó su “plan para la victoria” ante el Parlamento de Ucrania. En su discurso, Zelenski dejó claro que no está dispuesto a ceder ni un centímetro de territorio a Rusia y que no habrá una “congelación” de la línea del frente. “Rusia tiene que perder la guerra”, afirmó con contundencia. Además, defendió la necesidad de desplegar medidas de disuasión no nucleares en Ucrania para proteger al país de futuras amenazas militares de Moscú.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, también se refirió al plan presentado por Zelenski, asegurando que será un tema clave en la reunión de ministros de Defensa de la alianza que comenzará este jueves. “No hay duda de que el plan estará sobre la mesa”, afirmó Rutte. Pero también señaló que hay aspectos políticos y militares que aún deben ser discutidos con las autoridades ucranianas para entender en profundidad cómo implementar este plan.
A pesar de no querer entrar en detalles sobre los elementos específicos de la propuesta de Zelenski, Rutte aseguró que los países de la OTAN seguirán enviando “ayuda militar masiva” a Ucrania mientras Rusia continúe con su ofensiva. “Es una señal muy fuerte de parte de Zelenski y de su equipo”, comentó el secretario general de la alianza.
Por supuesto, el anuncio no cayó bien en Moscú. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, acusó a Zelenski de “empujar” a la OTAN a un conflicto directo con su país. En una rueda de prensa, Zajarova descalificó el plan de Zelenski, calificándolo de un “conjunto de consignas incoherentes” y lo describió como “la saliva sangrienta de los labios de un asesino neonazi”.
Para Rusia, la posible entrada de Ucrania en la OTAN es una amenaza directa, y el gobierno de Putin ha dejado claro que cualquier acercamiento de la alianza militar a su frontera es una línea roja. Las tensiones entre ambos bandos no muestran señales de disminuir, especialmente con la ayuda militar de Occidente reforzando las capacidades ucranianas.
El “plan para la victoria” presentado por Zelenski incluye un anexo secreto que fue transmitido a potencias como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Aunque los detalles exactos no se han hecho públicos, se sabe que incluye propuestas para disuadir a Rusia de futuras agresiones, sin recurrir a armas nucleares.
