Cuatro empleados de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA en inglés) fueron despedidos luego de que Elon Musk, quien dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), descubriera los pagos que realizó la entidad a hoteles en Nueva York para alojar a migrantes.
La controversia estalló después de que el multimillonario, dueño de Tesla y SpaceX, denunciara públicamente a través de su red social de X que FEMA había transferido 59 millones de dólares a “hoteles de lujo” para hospedar a “migrantes ilegales”.
“El envío de este dinero viola la ley y es una flagrante insubordinación a la orden ejecutiva del presidente. Ese dinero está destinado a la ayuda en caso de desastres en Estados Unidos y, en cambio, se está gastando en hoteles de lujo para inmigrantes ilegales. Hoy se presentará una demanda de recuperación para recuperar esos fondos”, afirmó Musk este lunes.
El polémico caso llevó a la administración de Donald Trump a tomar medidas para recuperar los fondos, en medio de las crecientes críticas del republicano por el manejo del presupuesto federal y de sus esfuerzos para las deportaciones masivas.
Tras el anuncio de Musk, el administrador de FEMA, Cameron Hamilton, confirmó que la entidad “suspendió todos estos pagos” y que el personal sería el “responsable” de este hecho.
Los funcionarios destituidos fueron la directora financiera, dos analistas de programas y un especialista en subvenciones.
Este miércoles, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que el gobierno logró recuperar la totalidad de los fondos “que los activistas de FEMA dieron unilateralmente a los hoteles para migrantes de Nueva York”.
“No se gastará ni un solo centavo que vaya en contra de los intereses y la seguridad del pueblo estadounidense”, declaró la funcionaria.
El recién creado departamento que Trump asignó a Musk, pretende luchar contra el gasto gubernamental que el republicano considera innecesario.
Cabe resaltar que el presidente Trump ha criticado duramente el trabajo de FEMA, dedicada a atender los desastres naturales, y desde que llegó a la Casa Blanca, pidió que se “reforme” radicalmente o incluso que se elimine por completo.
De acuerdo con medios estadounidenses, la agencia cuenta con un presupuesto de 33.000 millones de dólares.
Nueva York, la ciudad santuario, se pronunció ante las acusaciones de Musk
Tras la polémica, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó que el gobierno federal le incautó a la ciudad más de 80 millones de dólares en subvenciones de FEMA, que aseguró, habían sido solicitadas y aprobadas en la administración anterior, pero que no fueron desembolsadas hasta la semana pasada.
“Nuestra oficina ya se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para recuperar estos fondos y hemos solicitado una reunión de emergencia con FEMA para intentar resolver el asunto lo antes posible”, afirmó el alcalde demócrata, quien además indicó que los abogados de la ciudad están explorando diversas opciones legales para evitar la pérdida de los recursos.
Las autoridades neoyorquinas han rechazado las afirmaciones de la administración Trump sobre el presunto uso de “hoteles de lujo” como albergues con fondos federales. Además, precisaron que el dinero de FEMA estaba asignado por el Congreso durante el mandato de Joe Biden.
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Actualmente, Nueva York alberga a unos 46.000 migrantes y desde 2022 ha destinado 7.000 millones de dólares para atender la crisis migratoria, según los funcionarios de la ciudad conocida como ciudad santuario, una jurisdicción que limita la cooperación en la aplicación de leyes de inmigración.
Esto significa que las agencias neoyorquinas no están obligadas a reportar a los inmigrantes indocumentados al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
