Desde hace unos meses, el gobierno del presidente Joe Biden enfrenta una crisis migratoria en su frontera con México. Solo en diciembre del año pasado se registró un promedio de 10.000 migrantes cruzando los pasos fronterizos de manera ilegal cada día, una cifra que no se tenía desde días antes de que levantaran las restricciones de la pandemia por covid-19.
Por eso, para “intentar retomar el control” del paso fronterizo en el sur de la unión americana, el presidente actual, que también es candidato para los comicios del próximo 5 de noviembre, tomó una serie de medidas que han sido calificadas como drástica por los expertos en temas de migración.
La norma, que entró en vigencia a la medianoche de este miércoles 5 de junio, restringe de manera temporal las solicitudes de asilo en la frontera entre México y Estados Unidos una vez se supere un promedio de 2.500 cruces ilegales diarios en los pasos fronterizos ubicados a lo largo de los 3.152 kilómetros de límites que comparten ambas naciones.
Esa medida, parecida a la que tomó durante la pandemia el expresidente y actual candidato presidencial de Estados Unidos, Donald Trump, en la que por medio del título 42 –una norma que permitía el rechazo de migrantes aduciendo temas de salud pública–, hubo un “cierre” del paso fronterizo sur del gigante norteamericano.
Aquella disposición, arduamente criticada por Biden cuando era candidato presidencial en 2020, permitía que los migrantes que solicitaran asilo fuera llevado a unos campamentos en ciudades mexicanas como Tijuana, Ciudad Juárez, entre otras, mientras se resolvía “su situación migratoria”. Muchos quedaban a merced de grupos armados y de la inseguridad de esa zona del norte de México.
La regla promulgada por Joe Biden es muy similar. Cada vez que se supere el tope diario de cruces, que es bajo, teniendo en cuenta que el promedio diario solo de ciudadanos mexicanos que intentan pasar a Estados Unidos es de 5.600 personas, las autoridades pueden deportar a los migrantes a sus países de origen o devolverlos hacia México.
“No hay discusión de que es la medida más dura que se ha tomado en los últimos años. El flujo de migrantes implica el cierre de la ruta irregular que muchos utilizan para llegar a Estados Unidos. Es un muro virtual porque las personas están en un escenario en donde las van a rechazar porque hay una cifra de arribos superior a un promedio de 2.500 personas cada día. La medida deja sin posibilidad de solicitud de refugio a miles de personas”, analizó en diálogo con CNN en español el profesor mexicano Tonatiuh Guillén López, quien dicta clases en la Universidad Nacional Autónoma de México y es excomisionado del Instituto Nacional de Migración de México.
Guillén asegura que la disposición es casi que un cierre inmediato de la frontera para los migrantes que llegan desde el sur, pues la norma indica que cuando se superen esos topes durante siete días seguidos, de inmediato empezará el rechazo de los migrantes. Sin embargo, México es la que quedará con el problema más grande, pues en su frontera con Guatemala se estima que cruzan cerca de 7.000 personas cada día.
“Una vez entre en vigor, esta prohibición podría mantenerse por un largo periodo de tiempo, teniendo en cuenta el alto número de personas que llegan a la frontera sur”, señaló Kennji Kizuka, experto en temas de asilo de la organización International Rescue Committee a EFE.
La única manera de que se quite la restricción a los migrantes en la frontera sur, es que se registre un promedio de 1.500 detenciones diarias durante 14 días seguidos. Esas cifras no se ven en la frontera desde julio de 2020, cuando las restricciones sanitarias impuestas por cada país para detener la pandemia por covid-19 llevaron a que el flujo migratorio bajara.
Para que los migrantes puedan solicitar asilo mientras la restricción esté en pie, tendrán que demostrar mediante documentos y testimonios que existe una “probabilidad razonable” de que serán perseguidos o torturados en caso de que regresen a sus países de origen.
De acuerdo con información recopilada por la agencia EFE, algunos expertos señalaron que esos estándares son mucho más elevados que los actuales, por lo que se requiere que los solicitantes de asilo tengan todo a la mano para presentar a las autoridades migratorias en la frontera, que es el primer filtro para ingresar a Estados Unidos.
Sin embargo, hay excepciones para menos de edad no acompañados, personas que demuestren que requieren tratamiento médico de manera urgente, tengan en riesgo inminente su vida por ser perseguidos o sean víctimas de tráfico humano.
Estas medidas podrían afectar a los miles de colombianos que cada día salen del país con la intención de radicarse en territorio norteamericano. De acuerdo con información publicada en Infobae, solo en 2023 fueron arrestados 170.000 colombianos sin documentos en Estados Unidos. Es la cifra más alta en la historia. La anterior fue en 2022, cuando se detuvo a 130.000 connacionales sin papeles en la unión americana.