Las elecciones de Estados Unidos están por ocurrir y para entender como se llevará a cabo este importante hecho político, es necesario entender la mecánica electoral de este país, que es bastante diferente al sistema político colombiano, se trata del sistema de Colegios Electorales.
A diferencia de la mayoría de los países, donde el candidato con más votos es el ganador, en EE. UU. no es tan sencillo. Aquí, el presidente no se elige directamente por el voto popular, sino por este sistema de Colegios Electorales, donde unos representantes son quienes eligen. Vamos a desmenuzarlo de manera sencilla.
Primero, en Estados Unidos hay 538 votos del Colegio Electoral en juego, distribuidos entre los 50 estados del país más Washington D.C. Estos 538 votos se distribuyen según la población de cada estado.
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Para ganar, un candidato necesita al menos 270 de estos votos, lo que representa la mayoría. Pero para lograr esa mayoría, entran juego las votaciones populares en los estados.
En la mayoría de los casos, el candidato que gana el voto popular en un estado se lleva todos los votos electorales de ese estado, en una dinámica que los estadounidenses llaman “winner-takes-all” o “el ganador se lleva todo”. Por lo cual, pese a que tenga un porcentaje importante de votos en ese estado, todos los votos del Colegio Electoral se lo lleva quien obtiene la mayoría.
Usualmente, sucede así, excepto en los estados de Maine y Nebraska tienen una distribución diferente, donde los votos se reparten de manera proporcional.
¿Qué pasa cuando el ganador del voto popular pierde los colegios electorales?
En la historia del país han ocurrido varios casos polémicos con candidatos que ganaron el voto popular a nivel nacional, pero no obtuvieron la mayoría en los colegios electorales, y por ende, perdieron la presidencia.
Uno de los ejemplos más recordados es el de la elección del año 2000, entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore. En esa elección, Gore obtuvo mayor votación que Bush, cerca de 540.000 votos populares más, pero Bush ganó el Colegio Electoral con 271 votos, contra 266 de Gore. Todo se definió en el estado de Florida, donde los resultados fueron tan estrechos que hubo recuento de votos y hasta intervención de la Corte Suprema, que finalmente determinó el triunfo de Bush en ese estado y, por lo tanto, en la elección.
Otro caso reciente y bastante polémico fue el de 2016 Clinton vs Trump. Donde Hillary Clinton, candidata demócrata, ganó el voto popular con casi 3 millones de votos más que su rival republicano, Donald Trump. Sin embargo, Trump obtuvo la mayoría en los colegios electorales, 304 a 227, llevándose así la presidencia. Este resultado reavivó el debate sobre si el sistema de colegios electorales representa verdaderamente la voluntad popular. Sin embargo, el sistema aún sigue igual.
¿Por qué sigue existiendo el Colegio Electoral?
El Colegio Electoral se estableció en la Constitución con el objetivo de balancear el poder entre estados de distinta población. En teoría, evita que los estados más grandes tengan demasiado control sobre el resultado, pero en la práctica, esto significa que ganar en estados clave, o estados bisagra, como Florida, Pensilvania o Michigan, puede ser más determinante que ganar el voto popular total.
Este sistema ha sido criticado y defendido por muchos. Sus detractores creen que no refleja la voluntad del pueblo y que debería cambiarse por un sistema directo, como en la mayoría de países. Sin embargo, sus defensores argumentan que protege los derechos de los estados pequeños y asegura una representación más equitativa.
Lo que es cierto, es que el sistema de Colegios Electorales hace parte de la tradición política estadounidense y por ahora sigue siendo parte del juego electoral.