Joe Biden, en su discurso del Estado de la Unidad, entregó una visión muy detallada de las situaciones internacionales más importante de la actualidad, como debía ser en su calidad de líder de la primera potencia del mundo; se apartó de odios y dejó clara su responsabilidad histórica por las decisiones durante su Gobierno y lo que vendrá en una eventual reelección.
El mundo entero además estaba atento a la respuesta física, corporal y de oratoria frente a las críticas por su avanzada edad. Biden venía herido por los comentarios sobre sus problemas de memoria, capacidad para liderar a sus 81 años, sus despistes y lagunas. Todo lo cual quedó en un segundo plano cuando enérgico y muy desenvuelto defendió su gestión.
Biden no se mostró agotado, su avanzada de edad no le jugó una mala pasada, en los 65 minutos que estuvo parado ante el Congreso; con fluidez y sentido de humor arremetió en el que ha sido catalogado como el discurso de apertura a su campaña de reelección y un taquito a las críticas.
Tuvo además la oportunidad de demostrar su elocuencia cuando los republicanos quisieron sabotear el ambiente entregando botones con el nombre de la enfermera de 22 años Laken Hope Riley, asesinada presuntamente por un inmigrante de nacionalidad venezolana en el estado de Georgia.
“Lincoln Riley, una joven inocente que fue asesinada por un ilegal, así es. A sus padres, les digo, mi corazón está con ustedes habiendo perdido hijos yo mismo. Lo comprendo”, dijo frente al tema.
Y es que la migración ha sido el talón de aquiles de Biden, durante su Gobierno, más de 7 millones de inmigrantes ingresaron al país; sobre eso mencionó que fortalecerá sus políticas y pidió no estigmatizar por el actuar ilegal de unos cuantos.
“No demonizaré a los inmigrantes diciendo que están ‘envenenando la sangre de nuestro país’”, dijo el demócrata.
”No separaré a las familias”, añadió en clara alusión a la política de “tolerancia cero” contra la migración ilegal aplicada por su predecesor republicano de 2017 a enero de 2021, en virtud de la cual miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la llegada masiva de migrantes sin visa por la frontera con México.
Biden, además advirtió que la democracia está bajo amenaza por la guerra entre Rusia y Ucrania, y su eventual expansión a Europa.
“Lo que hace que nuestro momento sea raro es que la libertad y la democracia están siendo atacadas tanto en el país como en el extranjero al mismo tiempo. En el extranjero, el Putin de Rusia está en marcha, invadiendo Ucrania y sembrando el caos en toda Europa y más allá. Si alguien en esta sala piensa que Putin se detendrá en Ucrania, les aseguro que no lo hará. Pero Ucrania, Ucrania, puede detener a Putin. Ucrania puede detener a Putin si apoyamos a Ucrania y le proporcionamos las armas que necesita para defenderse. Eso es todo, eso es todo lo que pide Ucrania. No piden soldados estadounidenses. De hecho, no hay soldados estadounidenses en guerra en Ucrania y estoy decidido a que siga así”, dijo.
Gaza y la OTAN
Según la Casa Blanca, Biden también anunciará al Congreso que ha ordenado al ejército estadounidense establecer un puerto en Gaza para transportar más ayuda humanitaria al territorio palestino asediado, en un momento en el que su política de apoyo a Israel enfurece al electorado musulmán y a los votantes de origen árabe.
Además, invitó al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, a acompañarlo esta noche, en el día en que su país se unió formalmente a la OTAN.
El objetivo es diferenciarse de Trump, quien dijo que “animaría” a Rusia a atacar a los países de la Alianza Atlántica si no pagaban su cuota. El expresidente prevé “corregir” en directo el discurso de su rival.
A propósito, Joe Biden y Donald Trump aplastaron a toda la competencia en las primarias y, salvo imprevistos, se dirigen hacia un duelo en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, como en 2020.
