En una decisión sin precedentes, el parlamento australiano aprobó una ley que restringe el acceso de menores de 16 años a las redes sociales.
Australia vuelve a ser noticia con la nueva legislación que limitará el acceso de adolescentes a plataformas como TikTok, Snapchat e Instagram.
El Gobierno de Anthony Albanese asegura que la medida busca frenar la crisis de salud mental entre los jóvenes, una problemática que, según él, tiene un “vínculo causal claro” con el uso excesivo de redes sociales.
El Proyecto de Ley de Modificación de la Seguridad en Línea fue aprobado por el Senado con 34 votos a favor y 19 en contra. A partir de 2025, todas las plataformas estarán obligadas a verificar que los usuarios tengan al menos 16 años, o enfrentar multas millonarias que podrían llegar a los 50 millones de dólares australianos.
Sin embargo, lo que inicialmente es una medida de salud pública, ha abierto un intenso debate. Desde expertos en tecnología hasta grupos de defensa de los derechos humanos han expresado su preocupación por las posibles consecuencias de esta ley.
El gobierno argumenta que la normativa es una respuesta necesaria a lo que califican como una epidemia de problemas mentales entre los jóvenes australianos, exacerbada por el uso desmedido de redes sociales. Pero críticos como Amnistía Internacional y más de 140 expertos han calificado la ley como un “instrumento demasiado exagerado” que podría generar más riesgos de los que pretende solucionar.
La Comisión de Derechos Humanos de Australia expresó “serias reservas” sobre el impacto que esta medida podría tener en los derechos de niños y adolescentes, incluyendo su acceso a la información y su participación en espacios digitales.
Uno de los principales temores es que, al limitar el acceso, los adolescentes busquen alternativas más peligrosas, como plataformas menos reguladas o incluso la “web oscura”. Además, el aislamiento social podría intensificarse para quienes ya dependen de las redes como su principal canal de comunicación.
Otro aspecto que ha generado polémica es la forma en que las plataformas verificarán la edad de los usuarios. Aunque el gobierno ha solicitado que las empresas no pidan información sensible, como pasaportes, la falta de claridad en la forma en que se hará el control y se tratarán los datos, alimenta la desconfianza.
Elon Musk, propietario de X, también salió rápidamente a criticar la medida, insinuando que podría ser el inicio de una forma de control sobre el acceso a internet.
Por otra parte, el Comité de Legislación Comunicaciones del Senado informó que las plataformas deben encontrar métodos seguros y respetuosos con la privacidad para implementar las restricciones, pero aún no hay detalles concretos sobre la forma.
A pesar de las críticas, la ley cuenta con un amplio respaldo popular. Una encuesta reciente mostró que el 77 % de los australianos apoya la prohibición, un salto significativo si se compara con el 61 % registrado en agosto.
Además de eso, los líderes de los ocho estados del país han manifestado su apoyo, incluso algunos, como el primer ministro de Tasmania, consideran que debería limitarse a menores de 14 años.
Si bien proteger a los menores es una prioridad, muchos temen que las medidas sean demasiado rígidas y terminen afectando a los mismos jóvenes que buscan proteger. Con un año para ajustar los detalles técnicos antes de la entrada en vigor de la ley, el debate sigue abierto.
Con esta legislación, Australia se convierte en el primer país en imponer restricciones tan severas al acceso a redes sociales por edad, marcando un precedente que podría inspirar a otros gobiernos.
