En medio de las intensas acusaciones de fraude electoral tras las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambos de inclinación oficialista, ratificaron la victoria del presidente Nicolás Maduro. Esta decisión ha desencadenado llamados a una intervención internacional, por lo cual un experto realizó una auditoría forense.
Walter Mebane, experto en análisis forense electoral, ha aplicado su innovador modelo “eforensics” o auditoría forense, para evaluar los resultados publicados por la oposición y determinar su confiabilidad. Según lo hallado por el especialista, los datos aportan pruebas que apoyan las afirmaciones de la victoria de Edmundo González.
En entrevista con el diario El Tiempo, Mebane detalló sus hallazgos y explicó cómo su metodología puede ofrecer una visión clara sobre la integridad de los comicios.
El análisis forense electoral utiliza métodos estadísticos para verificar si el resultado de una elección refleja con precisión las intenciones de los votantes. Mebane explicó que el análisis busca identificar distorsiones en los datos que podrían indicar fraude. Estas distorsiones pueden surgir de votos fabricados o de votos que se cuentan para el candidato equivocado.
Mebane detalló su modelo “eforensics” como una herramienta que permite simular distribuciones de votos y aplicar algoritmos estadísticos avanzados para determinar la probabilidad de que los resultados electorales reflejen la realidad.
En el caso de Venezuela, el modelo analizó las actas entregadas por la oposición y encontró que, entre las 25.073 actas oficiales examinadas, solo dos mostraron posibles signos de fraude, lo que representa una fracción minúscula de los 10,8 millones de votos analizados.
Por lo tanto, los resultados que indicaron una ventaja de 3,9 millones de votos para Edmundo González sobre Nicolás Maduro, según los datos presentados estarían correctos.
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Mebane también abordó la confiabilidad del sistema de votación electrónica en Venezuela. Aunque reconoció que las máquinas de votación pueden ser vulnerables a software malicioso, indicó que el sistema venezolano cuenta con múltiples capas de tecnología que mitigan estos riesgos. Por lo que pone en duda si los resultados ofrecidos por el régimen son en realidad los entregados por las máquinas de votación.
El experto, que desarrolló su modelo tras las disputadas elecciones presidenciales de Estados Unidos en el año 2000, afirmó que la falta de datos proporcionados por el gobierno venezolano ha generado dudas sobre la transparencia del proceso. Sin embargo, el análisis basado en los datos de la oposición ha sido validado por investigaciones independientes de medios como Associated Press y The Washington Post.
Comparando las elecciones de 2024 en Venezuela con las de 2006 y 2013, Mebane señaló que los niveles de fraude detectados en las elecciones más recientes, según los datos ofrecidos por la oposición, son significativamente menores. En contraste, los análisis de 2006 y 2013 revelaron niveles de fraude mucho más altos, aunque Mebane aclaró que su confianza en esos datos era limitada debido a problemas metodológicos en los análisis anteriores.
El análisis forense realizado por Mebane ofrece una perspectiva valiosa en medio de las disputas sobre la legitimidad de las elecciones en Venezuela. A pesar de las acusaciones de fraude, los datos analizados hasta ahora sugieren que el resultado de las elecciones de 2024 podría reflejar con precisión las intenciones de los votantes, al menos según la información disponible y el modelo utilizado.