Al menos 25 personas murieron este viernes en un ataque suicida contra una procesión religiosa en la provincia pakistaní de Baluchistán, anunciaron las autoridades.
“Al menos 25 personas murieron y más de 80 resultaron heridas, de las cuales 20 se encuentran en estado crítico”, dijo a la AFP Zubair Jamali, el ministro del Interior de esta provincia del sudoeste de Pakistán.
La procesión festejaba el nacimiento del profeta Mahoma. La celebración está mayoritariamente aceptada en Pakistán, aunque algunos la cuestionan al considerarla una innovación injustificada.
“Partió una procesión con cientos de personas de la mezquita de Medina, y al llegar a la carretera de Al Falah fue blanco de un atacante suicida”, dijo Abdul Razzaq Sasoli, un alto funcionario del distrito de Mastung.
Cada año, mezquitas y edificios del gobierno se adornan con luces y se celebran procesiones para marcar el nacimiento del principal profeta del islam.
En la misma ocasión en abril de 2006, un atacante suicida mató al menos a 50 personas en la ciudad de Karachi en una concentración de musulmanes sunitas.
Aumento de violencia
Este tipo de ataques en Pakistán van en aumento, desde que llegó al poder de los talibanes afganos en Kabul en agosto de 2021. Los ataques ideológicos contra sus hermanos paquistaníes se reactivaron, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán. Zonas en donde es habitual la violencia, dada la constante presencia de grupos armados, facciones talibanas y grupos yihadistas.
Durante la primera mitad del 2023, el país ha sido víctima de 217 ataques militares, en los que han muerto 389 personas y 656 resultaron heridas, así lo detalló un informe publicado por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán, a principios del mes de julio.
Cifras que han superado aquellas que fueron registradas durante el mismo periodo, durante el 2022. Pakistán el año pasado por esas mismas fechas, sufrió 151 ataques que causaron la muerte a 293 personas y dejó a otras 487 heridas.