Siete niños murieron este sábado en la provincia de Daraa, en el sur de Siria, al estallar un “artefacto explosivo”, según informaron medios estatales.
“Siete niños” murieron “y otras dos personas resultaron heridas, una de ellas una mujer, al estallar un artefacto explosivo colocado por terroristas” en la ciudad de Sanamayn, informó la agencia estatal de noticias Sana, citando a una fuente policial.
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El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dio una cifra diferente, diciendo que “ocho niños de diferentes edades murieron y otro resultó herido” en la explosión.
El observatorio, con sede en Reino Unido, dijo que milicias habrían colocado el artefacto para atentar contra una persona no identificada en la zona.
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Daraa fue la cuna del levantamiento de 2011 contra el régimen del presidente Bashar al Asad, pero volvió a estar bajo control gubernamental en 2018, en virtud de un acuerdo de alto el fuego respaldado por Rusia.
La guerra de Siria dejó un saldo de miles de muertos, millones de desplazados e infraestructuras asoladas.
Las muertes de los menores de edad se dan a conocer luego de que en los últimos días un bombardeo atribuido a Israel destruyera un anexo de la Embajada de Irán en Siria y mató a por lo menos once personas, entre ellas siete miembros de los Guardianes de la Revolución Islámica, incluidos dos altos mandos.
El ejército ideológico de la República Islámica de Irán confirmó en un comunicado que el fallecimiento de siete de sus miembros, entre ellos dos altos mandos de la Fuerza Quds —su brazo de operaciones exteriores—, Mohamad Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi.
“El ataque destruyó todo el edificio, matando e hiriendo a todos los que estaban dentro, y se está trabajando para recuperar los cuerpos y rescatar a los heridos de entre los escombros”, afirmó el Ministerio sirio de Defensa mientras en el lugar, los servicios de emergencia buscaban víctimas bajo los restos y sonaban las sirenas.