Resulta curioso que en un escenario construido para la práctica del fútbol y que en los últimos dos años se convirtió en la sede de conciertos avalados por la Alcaldía de Medellín, con todos los riesgos que esto implica en el deterioro del gramado, se hayan presentado tres lesiones graves de porteros en acciones sin contacto con rivales.
Kevin Mier (Atlético Nacional), Andrés Mosquera Marmolejo (Independiente Medellín) y William Cuesta (Deportes Tolima) venían siendo figuras con sus equipos y precisamente cuando los requerían para compromisos internacionales en los torneos de la Conmebol, se lesionaron y deberán esperar varias semanas para volver a la competencia.
¿Estos infortunios son casualidad o en realidad la cancha presenta áreas peligrosas para jugar? La pregunta se la hacen los aficionados en medio de muchas conjeturas.
En el arco sur, Mier sufrió esguince de tobillo el 18 de marzo en el clásico paisa; y el pasado sábado, en ese mismo lugar, en el duelo DIM-Tolima, Cuesta tuvo que abandonar el campo al mostrar fuertes síntomas de dolor en una de sus rodillas. Por su parte, en la zona norte, tres minutos antes, Mosquera pisó mal y tuvo que ser retirado en camilla. El parte médico: esquince de tobillo.
Las lesiones, en un escenario que años atrás recibía buenas calificaciones para el buen desarrollo de los partidos, preocupan. Sobre todo por los espectáculos musicales que se han realizado recientemente y tras los cuales se ha visto la gramilla quemada y en algunos sectores con desniveles y hasta huecos.
Con todo y eso, el próximo 22 de abril el Atanasio recibirá un nuevo concierto de reguetón, y en noviembre albergará por cuatro días el show de Rebelde.
Causa de lesiones
Según Emmanuel Álvarez, médico deportólogo de Itagüí Leones y de la Selección Colombia de futbol playa, el esguince de tobillo y el esguince de rodilla del ligamento colateral medial hacen parte de las 10 lesiones más frecuentes en el balompié.
Estas pueden tener múltiples causas individuales como lo son la limitación de la movilidad de las articulaciones, deficiencias en la propiocepción (sentido que permite percibir la ubicación, movimiento y acción de las partes del cuerpo), disminución de la fuerza en determinados grupos musculares y el antecedente de haber tenido un esguince previamente, y factores externos como el terreno de juego, el tipo de calzado y la posición de juego.
Álvarez indica que estas lesiones pueden presentarse principalmente de dos maneras: una por contacto con otro jugador o sin contacto, y que estas últimas son aquellas que más se pueden impactar con el trabajo preventivo.
“Pero en ocasiones las lesiones resultantes por un contacto directo con otro jugador son eventos impredecibles, fortuitos y propios del juego que no podemos controlar”.
Que haya más control
El reportero gráfico Juan Antonio Sánchez, quien tiene acceso a la gramilla del Atanasio en los partidos internacionales por acreditación de Conmebol y que asiste también a los partidos de la Liga, recomienda que los veedores del rentado nacional tomen medidas similares a las que se adoptan cuando hay competencias de Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
“Tres horas antes el cuerpo arbitral, en compañía de los delegados de la Conmebol, inspeccionan, a lo largo y ancho, si el terreno de juego está en condiciones de seguridad para que se desarrolle el espectáculo, lo cual no se presenta en juegos de la liga local, en la que solo los árbitros entran a la cancha cuando va a iniciar el encuentro y supervisan que las mallas de los arcos no estén reventadas”.
La respuesta del Inder
Al ser consultados sobre el trajín al que está expuesto el campo de fútbol, los voceros del Inder Medellín respondieron este lunes que la grama del estadio Atanasio Girardot recibe mantenimientos rutinarios, lo mismo que luego de cada partido, entrenamiento o evento.
“Durante los meses de diciembre y enero se realizó el trabajo de mantenimiento general del gramado, lo que dejó en óptimas condiciones los cerca de 8.700 metros cuadrados que componen la cancha del Atanasio”, señalaron.
En su respuesta reiteran que una de las labores importantes que comprende este mantenimiento es el resane y reparación de divots, que consiste en eliminar las posibles irregularidades que pueda presentar el gramado para evitar huecos que alteren el desarrollo de los partidos.
Otra visión
El exarquero profesional Bréiner Castillo, hoy en día dedicado a forjar talentos, dice que para él la cancha del Atanasio sigue siendo una de las mejores del país.
“La acción de Marmo (Mosquera Marmolejo) llega después de querer controlar el balón, el cual se le va largo y al intentar ir al bloqueo de un contendor, se presenta el movimiento en el que surge el problema del tobillo. La lesión de Kevin viene de una reubicación. Está retrocediendo, y al plantar el cuerpo, el tobillo hace un giro y se lesiona. En ambas no veo ningún compromiso del campo”.
Castillo, quien jugó en Nacional, DIM, Envigado, entre otros equipos, dice que si bien la cancha puede tener variaciones por las condiciones climáticas actuales, en este caso el invierno, lesiones de este tipo pueden ocurrir con la cancha seca, semi o mojada completamente.
Señala que él siembre jugó con taches altos, cambiables, y en campos en condiciones difíciles, más que los de ahora. “Gracias a Dios nunca me ocurrió nada. Pero sí tuve compañeros a los que se les quedó el guayo enterrado, girando sobre su eje, padeciendo lesiones de rodilla o tobillo. Hay muchas teorías sobre estos percances, quizá pueden suceder también por el tipo de calzado que se utiliza, pero los motivos son múltiples. Pienso que tiene que ver con el momento, con la suerte de cada persona, me quedó con lo fortuito”.
Aunque para Castillo y otras personas lo sucedido con Mier, Mosquera y Cuesta fue producto del azar, hay quienes insisten en mantener el terreno de juego en buenas condiciones, porque con tanta actividad deportiva, social y cultural sobre el gramado del Atanasio, este se puede convertir en una amenaza para los futbolistas.
CUIDADOS AL CAMPO DEL ATANASIO
Desde el Inder Medellín señalaron que a la cancha del estadio Atanasio Girardot se le hace un buen cuidado que ayuda a brindar espectáculo en los diferentes partidos. “Consiste en la aplicación de insecticidas, fungicidas, repelente aviario, abono químico, corte de grama natural, demarcación de cancha de fútbol, cepillada de grama, lleno con arena, desmalezada y por último instalación de grama natural tipo bermuda 419 (en casos que se presente la necesidad del cambio)”. Agregaron que estos procesos también se realizan luego de cada concierto o actividad cultural realizada en el estadio, el cual ha albergado en lo que va de año un concierto, en febrero.
