Con un enfoque diverso e inclusivo, estas organizaciones son ejemplo en el territorio nacional de cómo por medio de estas estrategias se puede brindar mayor bienestar a sus colaboradores.
En un país como Colombia donde el acceso al empleo para la juventud se ve obstaculizado por múltiples barreras, tanto individuales como estructurales, surge la necesidad imperante de un enfoque inclusivo por parte del Gobierno y el sector privado. Desde la carencia de formación y experiencia hasta los sesgos raciales y estereotipos arraigados, estas barreras han perpetuado la exclusión y la desigualdad en el mercado laboral de una población diversa que, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, es del 6,5 % de la demografía nacional.
El desafío radica en abordar la interseccionalidad de estas barreras, reconociendo y atendiendo las diversas identidades y realidades que enfrentan los jóvenes en su búsqueda de oportunidades laborales. La inclusión debe ser más que una consigna: debe traducirse en políticas y programas concretos que desmonten los obstáculos y fomenten la igualdad de oportunidades.
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Un caso concreto es el programa de Talentos sin Etiquetas de Haceb que busca eliminar barreras y prejuicios en el entorno laboral. Este cambio de enfoque se tradujo en una estrategia integral orientada a conectar con los jóvenes, entendiendo que ellos tienen ahora unas aspiraciones muy diferentes a las de años atrás.
Una prueba fiel de su aplicación es Elizabeth Cetre, una joven de 25 años nacida en Medellín, quien es un ejemplo vivo del impacto positivo de esta estrategia de Haceb.
Elizabeth fue contratada para trabajar en la planta de calefacción, luego pasó a una de refrigeración, dos oficios que históricamente son masculinizados, pero que ella ha realizado con éxito durante sus casi dos años en la compañía. “Haceb no se queda solo en lo laboral porque a esta empresa le gusta apoyar a los jóvenes sin mirar sus características, yo tengo compañeros y compañeras de todo tipo y todos se destacan por su buena labor”, expresa Elizabeth.
Gracias a casos como estos la empresa ha podido experimentar en los últimos cuatro años una equiparación de cuotas de mujeres en la organización. De hecho, actualmente el 53 % de cargos de liderazgo son ocupados por femeninas, dando grandes saltos hacia la equidad de género.
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