La miré con ojos de mujer, obviamente, y esa visión femenina además de indicarme que se trataba de una motocicleta grande para mi tamaño: 1,55 centímetros de estatura, me llevó a pensar que se trataba de un vehículo imponente, masculino, atractivo y con toques deportivos. Sus trazos bien definidos para mí gusto, se lucieron más en esa Yamaha SZ-R blanca que monté. Sin duda, ese color le hizo ganar puntos conmigo. No obstante, este modelo que estará disponible para el último trimestre de este año, también llegará en negro, rojo y azul.
Un vehículo amigable
En motos no soy experta, pero debo reconocer que siempre he tenido un gusto particular por ellas y de esta en especial, hubo algo que captó mi atención: las vibraciones. Se perciben menos que en otros modelos, ventaja grande para el conductor y su acompañante, pues se reduce esa sensación de temblor en las piernas una vez descienden del vehículo.
De acuerdo con Juan Manuel Montoya , ingeniero de Yamaha, esto se debe a la tolerancia entre los componentes internos de la SZ-R, “haciéndola más amigable con el piloto”, indicó.
Y es que si de amabilidad con sus ocupantes se trata, esta motocicleta también fue pensada para ofrecer un viaje más cómodo, gracias al asiento biplaza antideslizante y la manija trasera que facilita la sujeción del pasajero en los trayectos largos.
El cuidado del ambiente también estuvo contemplado en las bondades este modelo, pues su catalizador y AIS, Sistema de Inducción de Aire, reduce la emisión de gases.
En materia técnica...
La experiencia del piloto que me acompañaba, me corroboró algo que percibí desde el principio, pero no me atreví a preguntar por esa vergüenza de quedar como inexperta en un ambiente tan masculino.
Él me afirmó que en este modelo en particular, el motor se sentía mucho más suave al encender, esta condición, tal vez esté relacionada con el motor de cuatro tiempos, monocilíndrico de 153 cc, que tiene la SZ-R y que alcanza una potencia máxima de 11,9 caballos a 7.500 rpm. Y un detalle más: el motor de este modelo guarda a simple vista, una similitud con el correspondiente a la FZ 16.
Además, los dos amortiguadores traseros en espiral, los rines de aleación de cinco radios, las llantas de 17 pulgadas, más el guardacadenas plástico -cuyo objetivo es prolongar la vida útil de la cadena-, logran que esta motocicleta se mueva bien en las curvas, sea estable en las rectas y logre agilidad en su desplazamiento.
“La nueva SZ-R tiene todos los argumentos de ingeniería y diseño, para convertirse en un importante referente de la categoría street en Colombia, que representa el 70 por ciento del mercado de motocicletas vendidas en el país”, concluyó Marcela Hoyos , gerente de mercadeo de la marca del diapasón.
Pico y Placa Medellín
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