El ruso Viktor Bout, apodado "El mercader de la muerte", por su presunta participación en el tráfico internacional de armas, testificó este lunes por primera vez en la corte que analiza su extradición a Estados Unidos y negó que se haya confabulado para vender armas a las Farc.
Con el uniforme naranja de la prisión, Bout apareció esposado de los tobillos, pero se mostró tranquilo y habló en forma moderada durante la mayor parte de su exposición en la Corte Penal de Bangkok.
Estados Unidos solicitó la extradición de Bout, quien fue detenido en la capital tailandesa durante una operación encubierta en que agentes estadounidenses se hicieron pasar por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
"Nunca me reuní ni hablé con nadie de Farc", dijo Bout en el tribunal. "No hice nada malo en Tailandia. Nunca he estado en Colombia ni en Estados Unidos".
Perfil
Bout, de 41 años, ha negado siempre cualquier participación en actividades ilícitas. Las actividades que se le atribuyen lo convirtieron en el aparente ejemplo del traficante de armas interpretado por Nicolas Cage en la película Lord of War del 2005.
El fue detenido en marzo en un hotel de lujo en Bangkok y luego acusado en Estados Unidos de cuarto cargos relacionados con el terrorismo.
En la corte, se identificó como "un empresario de 41 años de edad". Habló en ruso y fue traducido al tailandés.
A una pregunta sobre su línea de negocios, respondió que "estoy en la aviación y en la construcción".
Bout afirmó que había viajado a Bangkok "para relajarse" y reunirse con "un empresario tailandés que quería comprar aviones".
"No cometí nada de actos terroristas", dijo y añadió que era un peón de una conjura estadounidense.
"Estados Unidos intenta usar esto para encubrir sus problemas internos e impedir las buenas relaciones entre Tailandia y Rusia", aseguró en uno de los momentos en que alzó la voz. No mencionó detalles.
Acusaciones
Según reportes de agencias de las ONU y de varios gobiernos occidentales, Bout envió armas a dictadores y cabecillas de grupos armados en Africa y Afganistán, violando al parecer varios embargos de armas de las Naciones Unidas.
La audiencia sobre su extradición comenzó en junio pero fue demorada en repetidas ocasiones con maniobras de la defensa.
La Corte Penal de Bangkok dijo que espera concluir la audiencia el miércoles, pero un abogado defensor, Preecha Prasertsak, anunció que pediría una ampliación para localizar a más testigos.
