El adagio de que "la ropa sucia se lava en casa" cobra toda su vigencia los fines de semana en Medellín, donde se cumple al pie de la letra con un ingrediente adicional: se lava en casa, pero en una lavadora alquilada.
Édgar Soto Gómez , creador de Alquiler de Lavadoras Mi Carro, es considerado el pionero de este servicio en la capital antioqueña, quien recuerda haber comenzado a ofrecer el servicio en el 2001, a sus vecinos en el occidente de Medellín.
El éxito de ese emprendimiento llevó a Elkin Soto Gómez , hermano de Édgar, a iniciar su propia empresa hace siete años, cuando estableció Alquiler de Lavadoras Aburrá.
"Comencé con tres lavadoras y hoy tengo catorce y con ello genero cuatro empleos directos. Atiendo desde Guayabal y Cristo Rey hasta Calazans y todo el Suroccidente", explica Soto.
Para satisfacer la demanda de este servicio, se contabilizan en una guía telefónica 39 empresas, buena parte de ellas localizadas en Guayabal y Belén, pero también hay ofertas en Caldas, Girardota, La Estrella y otros municipios.
Llame y lave...
La mecánica del servicio no tiene misterios. Quien por cualquier motivo no desee lavar a mano, simplemente con una llamada telefónica pide el servicio y en cuestión de minutos la lavadora es puesta en la residencia del cliente, donde se instala para que funcione de inmediato.
En promedio, las empresas alquilan la máquina por 5 horas y el costo llega a los 11.000 pesos. Por la hora adicional se cobran 2.000 pesos y también existe la posibilidad del alquiler nocturno, de siete de la noche a ocho de la mañana del siguiente día, con una tarifa de 15.000 pesos, o el día completo, que cuesta 24.000 pesos.
Sobre los usuarios de este servicio, los empresarios señalan que "se ve de todo". Amas de casa que dedican el fin de semana a lavar, estudiantes de otras ciudades y extranjeros a quienes les sale más económico el alquiler de la lavadora que pagar la lavandería y algunas familias, en cualquier estrato, que no tienen lavadora o la tienen en reparación.
En los gastos de las familias, la lavadora ocupa el tercer lugar de prioridades, después de la nevera y el televisor. Luego, se adquieren los muebles de sala, el comedor y demás enseres.
Stephanie Rodríguez , ama de casa en Guayabal, a quien se le descompuso la lavadora, ocupa desde hace varias semanas el servicio de Lava Renta, una empresa familiar que inició operaciones hace poco. "Vi que una vecina utilizaba el servicio, averigüé con ellos y me pareció bueno por que incluye hasta el detergente. Los estoy llamando cada tres o cuatro días para lavar la ropa de mi esposo y mis dos hijos y lo seguiré haciendo hasta arreglar o comprar otra lavadora", señala.
El potencial
Julio Cesar Oquendo, gerente de Lava Renta, sabe que aunque el negocio no es nuevo, su potencial sí es muy amplio. El arranque del negocio hace cuatro meses fue con tres lavadoras, hoy tiene nueve y en un mes deberá tener cuatro más. "La estrategia esta enfocada en capitalizar las falencias de la competencia, pues he observado en la presentación del personal, el estado de las máquinas que alquilan y el incumplimiento, fallas en las que no podemos caer".
Mientras logra el punto de equilibrio de la empresa, Julio cuenta con el apoyo de su madre y sus hermanos y, a largo plazo, ve el negocio como la mejor opción en el alquiler de lavadoras en el Área Metropolitana. Entre sus aspiraciones están el establecimiento de bodegas y vehículos de despacho en sitios estratégicos como Bello, Itagüí, Sabaneta, Envigado. En Medellín estaría la central de recibo de llamadas y desde donde se coordinarían las operaciones de despacho y recogida de lavadoras. "Creo que de eso modo la posicionaría la a empresa como la mejor en su servicio, calidad y cobertura.
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