Que son una tontería, que ya no le importan a nadie, que es una perdedera de tiempo y dinero, que ya no tienen su encanto.
Quienes así opinan sobre los reinados de belleza en Colombia desconocen que en el país hay más de 400 reinados.
Pero no todos son detractores y mucho menos si del Concurso Nacional de Belleza se trata, una competencia que con sus 79 años de historia se constituye en la decana.
El Colombiano habló con un sociólogo y cuatro expertos en reinas, para entender qué tan importantes son los reinados y si se justifica o no que sigan existiendo.
"Me parece que en lo contemporáneo los reinados de belleza son una manera mediática de representar a una nación y la mujer ha sido asumida como el pretexto para reafirmar esa representación", explica el sociólogo Adolfo Maya Salazar.
En cuanto a la utilidad, agrega Adolfo, "sirven para representar unos imaginarios regionales de localidad o departamento en competencia".
Con 44 años de experiencia en el tema, el diseñador Héctor Ruiz lamenta reconocer que el Concurso Nacional ha dado un giro en contra. "Por historia y tradición ha sido importante pero en los últimos 10 años el nivel social, cultural y físico de las niñas ha bajado demasiado. Se ha comercializado demasiado y se han perdido los valores de lo que es estético, bonito y bueno".
Para el diseñador Jaime Arango, quien lleva 25 años ininterrumpidos vistiendo reinas, la importancia de los reinados es relativa. "Todo depende de cómo lo maneje la niña. Si lo hace a beneficio de la comunidad, de ayudar a otros, es muy valioso. De lo contrario, si es para poner la corona en la mesa de noche, carece de sentido, valor y no tiene sentido".
El hecho de que haya tantos reinados en el país "confirma que sí son importantes para la gente. Sirven para inventarnos disculpas para las fiestas, pero también para inventarnos celebridades", asegura el arquitecto y analista Frank Solano.
Coincide con Juan Carlos Sierra, analista de belleza, que lo que pasa es que detrás de los reinados hay personas poderosas que dicen que los reinados ya no se usan. "El hecho de que ciertos gobernantes les tengan fobia a las mujeres bonitas no se puede convertir en un parámetro para afirmar que todos los reinados son banales. Todo lo contrario. No se puede segregar la belleza física. A través de su labor social, una sociedad puede ser mucho mejor con el apoyo de una reina".
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