Cuando es de noche y en los pueblos y ciudades de nuestro país se apagan las últimas luces de las casas, las luces de un camión se encienden. Como él, cientos, miles de camiones más prenden sus motores para cruzar valles y montañas, llevando en sus tráileres medicamentos, neveras, televisores, teléfonos celulares, computadores, telas, alimentos y otras cosas que los hombres de hoy necesitamos a diario para vivir.
Al día siguiente, gracias a ellos el pan fresco horneado en una pequeña industria de Itagüí está sobre la mesa de los que desayunan antes de irse a su trabajo en Cali, Bogotá o Barranquilla. También gracias a ellos los periódicos están en los supermercados y en las esquinas de las grandes ciudades aguardando a los lectores que quieren saber cómo anda el mundo. Gracias a ellos, en las farmacias están los medicamentos que los enfermos necesitan para recobrar su salud y el suero que los médicos requieren para las intervenciones quirúrgicas. También, los vestidos que la gente se pone día a día para ir a estudiar o trabajar. Sin ellos no existiría lo que los economistas llaman el mercado nacional.
Sus nombres son familiares para los colombianos: Servientrega, Botero Soto, TCC, Coordinadora Mercantil, Envía. Dos de ellas están cumpliendo por estos días 45 años de ir y venir por nuestras carreteras. La más antigua, fundada por Aníbal Obando en Medellín, se llama Coordinadora Mercantil. La otra se llama TCC y fue fundada por Jorge Agudelo Restrepo y su esposa Rosalba Trujillo Trujillo en el garaje de una casa del barrio Santa Isabel, en Bogotá. Luego, la empresa se trasladó a Medellín. Ambas son dirigidas hoy por mujeres: Josefina Agudelo Trujillo conduce los destinos de TCC y María Elena Obando los de Coordinadora. Las dos fueron fundadas sin capital propio por pioneros antioqueños, con una diferencia de unas pocas semanas.
"En 1967, Aníbal Obando, fundador de Coordinadora Mercantil y cuñado de Jorge Agudelo, fundador de TCC, dejó en casa de Jorge, en Bogotá, algunas cajas de productos farmacéuticos", cuenta Gustavo Suárez, gerente de TCC durante más de 25 años. Suárez dice que así nacieron las dos empresas. Aníbal Obando ya había hecho sus primeros pinos en el negocio del transporte, pero Jorge Agudelo se dio cuenta de que necesitaba a alguien en Bogotá que le ayudara en la logística. Por eso, en un comienzo, TCC y Coordinadora Mercantil trabajaron unidas. Luego se separaron. TCC cubría Santander, Tolima, Huila, Cundinamarca y sus alrededores. Coordinadora se movía en Antioquia y el Eje Cafetero. Hoy ambas cubren todo el territorio nacional.
La vida me dio la feliz oportunidad de acercarme a la historia, pequeña y grande, de TCC. Por eso pude conocer la tenacidad y la valentía de muchos de sus operarios y conductores de camiones que trabajan día y noche para que las cosas lleguen a su destino lo más pronto posible. Ellos son como la sangre que va y viene por nuestras venas aunque estemos dormidos.
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